Papel de Arbol

lunes, 15 de enero de 2018

LUTHER KING Y EL SUEÑO DE LOS MIGRANTES


Jorge Zavaleta Alegre
"Sueño que mis hijos pequeños vivirán algún día en una nación donde no se les juzgará por el color de su piel sino por las cualidades de su carácter".

Esta es la  condensada expresión de Martin Luther King, (Atlanta, 1929 - Memphis, 1968),  que sigue conmoviendo más de medio siglo después.  El pastor  estadounidense, defensor de los derechos civiles, recobró mayor vigencia este 15 de  enero del 2018, cuando  migrantes de América Latina  y el Caribe siguen librando batalla legal para conseguir un espacio de vida en este país.

Luther King, con su acción no violenta, inspirada en el ejemplo de Gandhi, movilizó a una porción creciente de la comunidad afroamericana hasta culminar en el verano de 1963 en la histórica marcha sobre Washington, que congregó a 250.000 manifestantes.  Allí, al pie del Lincoln Memorial, Luther King pronunció el más célebre fórmula que encabezaba la visión de un mundo justo: I have a dream (Tengo un sueño).

Premio Nobel de la Paz en 1964, sin embargo, el destino funesto al igual que otros apóstoles de la no violencia, como su maestro Gandhi, Martin Luther King cayó asesinado cuatro años después.

Inspirándose en la figura de Mahatma Gandhi y en la teoría de la desobediencia civil de Henry David Thoreau,  asumió la defensa de una humilde modista negra, Rosa Parks,  detenida y multada por sentarse en la sección reservada para blancos de un autobús. King dirigió un masivo boicot de más de un año contra la segregación en los autobuses municipales.

En 1960, junto con estudiantes negros en Birmingham, Alabama,  alentó una campaña de alcance nacional,  actitud que  lo llevó a la cárcel y  posteriormente liberado por la intercesión de John Fitzgerald Kennedy, entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos. Logró para los negros la igualdad de acceso a las bibliotecas, los comedores y los estacionamientos.

La lucha deLuther King tuvo un final trágico: el 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis por James Earl Ray, un delincuente común de raza blanca. Mientras se celebraban sus funerales en la iglesia Edenhaëser de Atlanta, una ola de violencia se extendió por todo el país.

Luther King entendió como una condición esencial de la dignidad humana la igualdad racial, la cual se hallaba por otra parte legitimada, en el plano político, por los principios de la democracia, y en el plano moral, por los principios religiosos.  El mismo año del Nobel, el presidente Lyndon Johnson, sucesor de Kennedy tras el magnicidio, promulgó la ley de derechos civiles, que consagraba la igualdad de todos los ciudadanos. 

Los principios de Luther King quedaron expresados en la célebre Carta desde la prisión de Birmingham (1963, publicada por la revista francesa Esprit en 1964), inspirada en la tradición bíblica del protestantismo anglosajón, alcanza momentos de altísima emoción y humanidad. “Pero cien años después, la América de color sigue sin ser libre", el racismo se respira  y se observa que aún está  a flor de piel.



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