Papel de Arbol

lunes, 5 de junio de 2017

¿Qué pasará con nuestras Bibliotecas?,por David Flores Vasquez

 
NE:  La siguiente nota, sin duda, va dirigida no solo a los hijos de este pueblo entranable del Peru sino basicamente a la UNESCO, una tarea por delante, que poco  o nada ha realizado  en materia de bibliotecas desde su sede en Paris ni en ninguna localidad latinoamericana. Las grandes bibliotecas son espacios costosos, con poco personal especializado y renuente de servir al lector. Editor: Papel de Arbol, Washington DC. 

David Flores Vásquez, musico y jurista nos entrega una hermosa leccion.

                                                      
                Hace poco supe de un  estudiante secundario que “cumplió” con hacer su tarea escolar “bajando” el tema de internet. Lo imprimió a colores, muy bonito,  y lo presentó. Todo indica que no leyó su trabajo. Estas son las consecuencias del avance tecnológico, dije  yo; velocidad, si se quiere, precisión de citas, colores,  etc. pero, a veces,  nada más. ¿Estamos dejando la lectura? Entonces, me puse a pensar: ¿Qué pasará más tarde con  nuestras bibliotecas? ¿Desaparecerán con el tiempo?. ¿Lo libraremos todo al internet?. ¿Y cuando éste falla?...... Solo Dios lo sabe…………..

                Entre tanto se resuelvan estas incógnitas, me tomaré un tiempo para narrar algo que me parece interesante respecto a los libros y que derivó, a la larga, de un hecho fortuito.  Hubo, dice,  en el pueblo de Huaylas, Ancash, un jovencito que, según cuentan, pastoreaba sus ovejas en una tarde apacible. La acumulación de paja seca en la chacra lo tentó a prenderle fuego pero, con tan mala suerte  que, con el viento, el fuego pasó a un trigal vecino y prácticamente lo arrasó. Aterrado por lo que causó, sin proponérselo, decidió fugar del lugar y sabe Dios venciendo qué peripecias,  apareció un tiempo después en Lima. Se cuenta también que logró ubicarse en una casa de familia, como doméstico, comportándose con diligencia y esmero.  Y que,  un buen día, un amigo extranjero del dueño de casa alabó la laboriosidad del muchacho y  dijo que le gustaría llevarse uno así a los Estados Unidos. “¡No faltaba más, dijo el aludido!. Si quieres, llévatelo. Yo conseguiré acá otro”.

                Y así fue que don Eusebio Acosta, nombre del entonces jovencito, apareció en los Estados Unidos en donde, por lo que se contaba, pudo ubicarse convenientemente y formar familia. Dicen que nunca dejó de pensar en su patria y en su tierra y que siempre decía que algo quería hacer por ella. Al comentar a sus ocasionales amistades que a sus paisanos les gustaba asistir a la escuela a estudiar, no faltó quien le aconsejara regalar libros. La idea fue madurando y, finalmente, convencido,  ofreció donar una Biblioteca a su tierra. Entre tanto en Huaylas,  ante tan importante anuncio, el pueblo empezó a edificar en la Plaza de Armas, junto a la Municipalidad,  el local de la futura Biblioteca, un inmueble de dos amplias plantas.

                Para hacer la historia corta, don Eusebio Acosta donó a su tierra una biblioteca de CINCO MIL volúmenes que llegó al Callao en numerosas cajas. Tuve el agrado de integrar la Directiva de la Asociación Distrital Huaylina cuando gestionó ante el entonces Ministro de Educación, Dr. Jorge Basadre, con el apoyo del Parlamentario ancashino Dr. David Teodomiro Izaguirre, la materialización del desaduanaje de los libros  y la próxima inauguración de la Biblioteca, inauguración que apadrinó él haciéndose representar por el Dr. Izaguirre. El Ministerio donó estantes para los libros y amplias mesas para las dos salas de lectura.

                Surgió allí un problema: Un Municipio modesto como el de Huaylas, no tenía partida para pagar un bibliotecario. Entonces,  ante el riesgo que todo quedara sin utilidad alguna, surgió un maestro jubilado que se ofreció a ejercer el cargo “ad honorem”. Así fue y, en verdad, lo hizo con dedicación y observancia de horario estricto, asistiendo  tarde y mañana. Se, además,  por información directa, que se iba a las escuelas a sugerir a los profesores ajustar horarios para que los niños fueran a la biblioteca y que luego estableció un sistema de préstamo de libros  a domicilio, sin que jamás se perdiera uno solo.

                Había que apoyar a ese maestro jubilado en su noble tarea. En efecto, dada  su entrega y entusiasmo,  lo ayudé voluntariamente asistiendo todas las mañanas en mis vacaciones universitarias del año 1958 a preparar un Catálogo General y fichar los libros (por autores y por materias), colocando las etiquetas respectivas, todo  a semejanza de lo que había visto en la Biblioteca Nacional de Lima. No olvido que encontré hasta seis ediciones distintas de Don  Quijote de la Mancha, toda la Colección Aguilar de la Literatura del Siglo de Oro Español,   el Museo de Cera de Pompeya,   y muchísimas obras más.

                La Biblioteca funcionó en la segunda planta del edificio. En la primera, entre otras cosas, funcionaba una Posta Médica o Farmacia y había más ambientes. Para darle realce,  copié para la puerta de acceso,  en cartulinas y a plumón,  lo que aparece en el mármol del acceso de la Biblioteca Nacional de  Lima, de la Avenida Abancay. Una de las leyendas reza: “LAS PUERTAS ABIERTAS DE ESTA CASA, DAN ACCESO A LA CULTURA DE TODOS LOS TIEMPOS”. Nada me pareció más oportuno.

                El improvisado Bibliotecario, encantado de su labor y por la trascendencia de la Biblioteca, tuvo el acierto de abrir un libro de visitantes. Solo copio el recuerdo de uno de ellos para graficar su importancia:

“ALGUN DIA EN ESTA BIBLIOTECA ACOSTA FIGURARA UN LIBRO QUE RELATE EL ESFUERZO TITANICO DEL PUEBLO DE HUAYLAS AL REALIZAR OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA POR ACCION POPULAR. ESE SERA EL MEJOR HOMENAJE DE GRATITUD A SU GENEROSO DONANTE”.  HUAYLAS 20 DE OCTUBRE DE 1959. FERNANDO BELAUNDE TERRY. Arquitecto, Lima.
               
NOTAS IMPORTANTES:
1.-  Fernando Belaúnde Terry, más tarde, dos veces Presidente Constitucional de la República del Perú, llegó a Huaylas en 1959 en su viaje “Pueblo por pueblo”, luego de su fallido inicial intento de acceder a la Presidencia de la República. Se quedó admirado al saber de las obras que realizaba el pueblo por acción popular, (carretas, escuelas, caminos, canales de regadío, etc.) su partido político, aún  no existía. Estuvo en el lugar pocas horas y, según cuentan,  antes de retornar,  pidió a unos lugareños, sus ocasionales anfitriones,  que le mostraran algo importante, pero cercano.   Entonces le sugirieron la Biblioteca. Dice se quedó encantado. Allí fue atendido por el viejo maestro y dejó su recordado autógrafo.
2.- Don Eusebio Acosta,  jamás volvió al Perú. Llevó en su corazón la tierra y la patria ausentes. Tiempo después de la inauguración de la Biblioteca que lleva su nombre, fue condecorado por el Congreso de la República,  en ese entonces presidido por don Ramiro Prialé.
3.- El edificio de la Biblioteca Acosta se destruyó totalmente con el fatídico sismo del 31 de mayo de 1970, hace cuarenta y siete años. Entiendo que su acervo bibliográfico fue recuperado en gran parte y que se guarda en la  Municipalidad Distrital de Huaylas. Ojalá siga teniendo lectores.
4.- El viejo maestro, improvisado bibliotecario, fue don David Flores Aguirre, mi padre,  que no encontró mejor lugar para seguir con su vocación docente y para su insaciable voracidad lectora.
Concluido el relato, vale volver a preguntarse: ¿Qué pasará con nuestras bibliotecas? ¿Nos libraremos solo al internet?. Me preocupa. Yo trataré de adecuarme a la modernidad pero con un libro a la mano. Entre tanto: Recordemos que “Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona y destruido  un corazón que llora”. (Proverbio hindú). Y que Jorge Luis Borges  dice: “Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca”.                 
Lima, 4/6/2017
David Florez Vasquez, es jurista y musico.  Dirige la LIra Huaylina, uno de los  grupos musicales de mayor raigambre en el Peru, empezando por el Callejon de Huaylas, el primer circuito de turismo de aventura de un pais esencialmente andino y cuya cultura Inca y Preinca,  es  cimimiento  desde  la Patagonia hasta el Rio  Bravo y  Canada.

EL QUJIJOTE EN LOS ANDES por la Sociedad Cervantina del Lugar de don Quijote

Jorge Zavaleta Alegre, Editor de Papel de Arbol:
En diferentes ciudades de Espana,  no son pocos los que siguen celebrando a Qujiote. Desde Alcazar de San Juan,  gracias a la magia de la comunicacion electronica,  los amigos de la Sociedad Cerventina del Lugar de don Quijote, establece en sus  Estatutos, como fin esencial “El fomento de la lectura e interpretación de la obra de Cervantes, especialmente del Quijote”
Para conseguir este fin sostiene diversas reuniones de trabajo como: – Almuerzos con don Quijote”. La Sociedad organiza periódicamente encuentros con personalidades de cualquier ámbito, donde el invitado expone sus vivencias, lecturas e interpretaciones que del Quijote  ha tenido en su vida. Todo alrededor de los fogones y platos de la gastronomía manchega
– Cuenta con un fondo documental de todos los trabajos de investigación o interpretación que los socios realicen.
– Mantiene el interés sobre la biografía de la vida de Cervantes,  mediante la investigación objetiva de documentos, archivos o la propia obra del autor.
– Publicación de un boletín periódico con todas las actividades realizadas por la Sociedad bajo el título de Cuadernos cervantinos del Lugar de don Quijote”.
– Colabora y/o forma parte de instituciones, en la organización de actos o actividades de interés cervantino.
La Sociedad Cervantina del Lugar de don Quijote      fue fundada  por: – Luis Miguel Román Alhambra, -Alonso Manuel Cobo Andrés, -Constantino López Sánchez-Tinajero. La   Sociedad Cervantina del Lugar de don Quijote, tiene su domicilio social en: Calle Santa Ana, 6 - 13600 – Alcázar de San Juan (Ciudad Real) – ESPAÑA
Esta Asociacion se reune cada mes con una personalidad del mundo cervantino que visita la ciudad, conoce sus importantes recursos turísticos y se reúne con los asociados. La mas reciente visita fue la de Matías Barchino Pérez, Decano de la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla La Mancha.
 Matías Barchino tuvo ocasión de conocer el Museo del Hidalgo y en un paseo por el centro de la ciudad, visitó la Iglesia de Santa María donde se encuentra la pila bautismal de Miguel de Cervantes y frente a su atrio la estatua del genial escritor.
Los  Amigos del Quijote han tenido la gentileza de enviarnos una valiosa documentacion  sobre Pausa, ciudad enclavada en los andes del sur del Peru, a la cual la consideran la  segunda capital cervantina. Para no extender estas lineas adjunto dos de varios link, que permite conocer cuan lejana se encuentra del corazon y de la mente de las personas que buscan representacion politica y cuando alcanzan algun poder abandonan,inclusive tienen verguenza del lugar que los  vio nacer: 


Jorge Zavaleta, Washington DC, papeldearbol@gmail.com
Corresponsal de America Latina de El Mercurio y Diario16, de Madrid.

https://sociedadcervantinadellugardedonquijote.wordpress.com/
 "Pausa (Perú), la otra Capital Cervantina de América"
Por  Constantino López Sánchez-T. 
Miembro de esta Sociedad


Recientemente, mi amigo peruano pero residente en Alcázar de San Juan, David Eduardo Escobar Vargas, me hacía llegar una foto de la ciudad peruana de Pausa, en la que nacieron sus padres (y donde todavía residen) y en la que aparece en la plaza de la ciudad un mural con don Quijote y Sancho, también un molino de viento y además está dibujado un cóndor sobrevolando una cadena montañosa, lo que parece el Nevado de SaraSara. Ademas aparece inscrita en el mural la leyenda: “Pauza, Capital Cervantina de América”.

De esta ciudad peruana tenía una vaga referencia, porque ya la había mencionado Jesús Sánchez Sánchez (mi compañero en la Sociedad Cervantina) en un magnífico artículo en homenaje a Miguel de la Quadra Salcedo, con motivo de su fallecimiento hace ahora justamente un año https://sociedadcervantinadellugardedonquijote.wordpress.com/2016/05/22/la-sociedad-cervantina-del-lugar-de-don-quijote-rinde-homenaje-a-miguel-de-la-quadra-salcedo/

Pero la instantánea  despertó mi curiosidad y me puse a indagar sobre ella, buscando y preguntando he encontrado que se trata de una pequeña ciudad de 3.100 habitantes que en la actualidad es la capital de la provincia de Páucar del SaraSara en el departamento de Ayacucho (Perú), pero que en la época colonial en la que se escribió el Quijote fue la capital del corregimiento de Parinacochas dentro del virreinato del Perú.

Lo que inmediatamente me asombró de la foto que me pasó David Escobar, es que junto al nombre de la ciudad venga acompañado el título de Capital Cervantina de América, lo que me impelió a buscar información sobre este particular.

La primera fuente de búsqueda (Wikipedia, es.wikipedia.org) relata que a mediados de octubre  del año 1607 -tan sólo dos años después de la publicación de la primera parte de El Quijote-, los habitantes coloniales mestizos y naturales, a iniciativa de Corregidor Pedro de Salamanca, realizaron un homenaje al nuevo Virrey Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros, escenificando la gran obra literaria de Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha.  Esta actuación, realizada en la Plaza de Armas de Pausa, fue la primera en América y la segunda en el Mundo. La primera vez fue en Valladolid (España) en el año 1605, celebrando el nacimiento del Príncipe Don Felipe.

Pero continuando mi búsqueda, resulta que me encuentro un delicioso trabajo de José Manuel Lucía Megías y Aurelio Vargas Díaz-Toledo (Universidad Complutense de Madrid) titulado “Don Quijote en América. Pausa 1607 (facsímil y edición)”  donde se habla de estos festejos populares que tuvieron lugar en el corregimiento de Parinacochas, con su capital la ciudad de Pausa.


Y a su vez, este magnífico y detallado trabajo donde no solo está el facsímil del documento original sino la edición transcrita al castellano entendible, me llevó al origen, a Francisco Rodríguez Marín, cervantista que fue el primero en dar noticia de la celebración de una representación quijotesca en la ciudad peruana, siendo un curioso documento titulado “RELAÇION DE LAS FIESTAS que se celebraron en la corte de Paussa  por la nueba  del prouiymiento de Virrey en la perssona del marqués de montes claros, cuyo grande afiçionado es el Corregidor deste partido, que las hizo y fue el mantenedor de vna sortija çelebrada con tanta magestad y pompa, que a dado motibo a no dejar en silençio sus  particularidades”,  publicado como Apéndice en su libro “El Quijote y don Quijote en América” (1911, Librería de los Sucesores de Hernando), donde se recogen los pormenores del suceso y son dignos de leerse en toda su extensión, por lo profuso y detallado de su descripción.
Como es conocido, el Quijote llegó pronto a América, apenas unos meses después de ver la luz en España. Lo que su autor no consiguió: viajar al nuevo Mundo, si lo hizo su creación.


En palabras de José Manuel Lucía Megías y Aurelio Vargas Díaz-Toledo, “alguno de estos ejemplares del Quijote enviados por Juan de Sarriá desde Alcalá de Henares hasta Lima, a la librería de Miguel Méndez, que se distribuirán también por Cuzco y otras ciudades y pueblos del antiguo imperio Inca, son los que debieron conocer el organizador (don Pedro de Salamanca, corregidor de Pausa) y los asistentes a una sortija —en realidad un torneo caballeresco con mascarada— que se celebró en la citada población minera en octubre de 1607. Las fiestas se organizaron para celebrar el nombramiento de un nuevo virrey, y las conocemos gracias a una relación escrita (y enviada) a Lima, por uno de los asistentes, seguramente el párroco Antonio Martínez”.

Satisfecha ya mi inicial curiosidad, entiendo por qué, los responsables municipales del periodo de gestión 2003-2006, y más concretamente el Alcalde provincial Italo Villaverde Huaita, estando próximo a celebrarse el cuadringentésimo aniversario de este sucedido, formuló la propuesta que luego fue refrendada con Resolución de Alcaldía N° 031-2003 MPPSS del 26 de Abril 2003, de declarar a Pausa como la “Capital Cervantina de América” en memoria a la segunda escenificación teatral del Quijote de la Mancha en el mundo, que aunque resultase burlesca (como todo lo relacionado entonces con el Quijote y con todas las novelas de caballerías de moda) fue un acto histórico protagonizado en la Plaza de Armas pausina el 19 de octubre de 1607.

Pero los esfuerzos ingentes de este edil que pretendió que su ciudad fuera reconocida oficialmente como la Capital Cervantina de América no tuvieron el fin deseado, según nos ha confirmado el propio Italo Villaverde, durante su periodo de gestión como Alcalde Provincial buscó que Pausa tuviese el apoyo de España y se pudieran recibir desde nuestro país importantes donaciones para la construcción de una infraestructura cultural en la ciudad, de modo que en ella se pudiera mostrar al mundo una serie de documentos históricos, bibliografías, archivos, fotos, pinturas, pergaminos, esculturas y otros objetos culturales de la época, es decir, un museo-biblioteca (¿de qué me suena esto?) donde resaltar la obra del Quijote y de su  creador don Miguel de Cervantes Saavedra, que hiciera de Pausa una verdadera ciudad cervantina, con la finalidad de recibir la visita de miles de cervantinos, investigadores, estudiosos y turistas de todo el mundo.

Para llevar a buen puerto esta iniciativa se creó una Comisión presidida por el propio Italo Villaverde Huaita, quien además de dialogar ampliamente con el querido Miguel de la Quadra Salcedo (la Ruta Quetzal estuvo ese año en Perú y aprovechó para exponerle sus pretensiones), posteriormente viajó a España en 2004 –invitado por RTVE- para coordinar el logro de este importante apoyo económico, que al parecer no convenció a los españoles y de este modo se perdió la oportunidad de hacer de Pausa la Capital Cervantina de América que por derecho propio le correspondía. Todo el apoyo se le dio a la ciudad de Guanajuato en México, que fue declarada por la UNESCO como la Capital Cervantina de América, el 6 de marzo de 2005.

En palabras de Fernando Jesús Pebe, en algún lugar del sur de Ayacucho, existe un pueblo de cuyo nombre si me acuerdo…  es el pueblo de Pausa.

Ahora solo queda un mural  que está pintado al costado derecho de la iglesia y otro en el frontis de la municipalidad, y una avenida con el nombre de Miguel de Cervantes Saavedra que nos recuerda que Pausa es la verdadera Capital Cervantina de América.

Y me gustaría terminar este articulo reproduciendo las palabras pronunciadas por Italo Villaverde, que decía en noviembre de 2016, que el mensaje del autor del Quijote, es dar a entender que el hombre puede crear otra realidad que realmente no es real y el mensaje universal que nos transmite es que se puede soñar y crear situaciones irreales que uno desea…   ¡Que el Caballero de la Triste Figura ilumine nuestro camino son sus “locuras”!

Constantino López
Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
 El obsequio enviado a Papel de Arbol tambien  incluye una diversidad  de cronicas y estudios sobre Migue de Cervantes….de los cuales los lectores podran disfrutar: 
Palabras clave: Cervantes, La Mancha, Geografía histórica, caminos reales, Ludeña, Villaseñor, Quintanar de la Orden.
Key words: Cervantes, La Mancha, Historical geography, royal roads, Ludeña, Villaseñor, Quintanar de la Orden.
Jesús Sánchez Sánchez1
Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

RESUMEN
Pretendemos responder a la pregunta de qué grado de conocimiento tenía Cervantes de la geografía manchega. Hemos trabajado sobre datos documentados, huyendo al máximo de inferencias de origen especulativo. Dado que no existen datos documentales que atestigüen la estancia de Cervantes en la Mancha, el abordaje se desarrolló relacionando entre sí los siguientes tres grupos de datos:

 1. Sobre Cervantes: los datos biográficos documentados. 2. Sobre la Mancha: por un lado, datos documentales referidos a su red viaria del Siglo de Oro (previa delimitación del ámbito territorial histórico manchego) y, por otro, datos históricos de ciertos linajes manchegos que aparecen en la biografía y en la obra de Cervantes (Villaseñores y Ludeñas). 3. Sobre el texto cervantino: cuantificaremos el uso que Cervantes hace de topónimos manchegos, así como valoraremos si el paisaje y la geografía manchega están representados en el texto cervantino. Concluimos afirmando que, lejos del tópico que supone a Cervantes un exhaustivo conocimiento de la Mancha, el que demuestra tener es muy tenue, salvo en lo que respecta al entorno de Quintanar de la Orden (Toledo) en que encontramos datos biográficos y datos textuales que apuntan a una relación significativa con esa localidad.

ABSTRACT
We pretend to answer the question: how deep was the knowledge Cervantes had about the geography of La Mancha? We have worked with documented data, avoiding as much as possible any inferences with speculative origin. As there isn’t any documented data about the stay of Cervantes in la Mancha; the approach was developed through the relation between these three groups of information: 1. About Cervantes: the documented biographical data. 2. About la Mancha: on the one hand documented data referred to the road network of the Golden Century (previous delimitation of the historical territorial ambit of La Mancha), and on the other hand historical information about some lineages original from La Mancha which appear in the biography and work of Cervantes (Villaseñores and Ludeñas). 3. About the text of Cervantes: we will quantify the use of place names Cervantes does, and study if the landscape and geography of the region are represented in the text of the author. In conclusion, the knowledge Cervantes apparently had about the region of La Mancha proves to be considerably limited in contrast with some generally extended ideas and cliches, with the exception of the area surrounding the town of Quintanar de la Orden (Toledo), from which we found biographical information and textual data showing a significant relation with the location.

  1. Justificación
Sobre Cervantes (en adelante: “C.”), perdura el tópico de que su conocimiento de la Mancha era estrecho y minucioso. Así, Felipe Pedraza: “por unas razones u otras, tuvo que transitar no solo por estos corredores esenciales [se refiere a los Caminos Reales] sino también por otros muchos lugares


1 Comunicación al Congreso Internacional «Cervantes, su obra y su tiempo. Cuarto centenario (1616-2016)», coorganizado por GRISO-Universidad de Navarra, el Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA) y el Instituto Castellano y Leonés dela Lengua, Pamplona, Universidad de Navarra, 19-21 de diciembre de 2016.

Método
Para responder a la pregunta de qué grado de conocimiento tenía C. de la Mancha, hemos usado datos documentados huyendo al máximo de inferencias especulativas. Dado que no existen datos que atestigüen la estancia de C. en la Mancha, el abordaje se hará relacionando entre sí estos tres grupos de datos: 1. Sobre C.: los datos biográficos documentados. 2. Sobre la Mancha: datos documentados de su red viaria del Siglo de Oro (previa delimitación del ámbito territorial histórico manchego) y, finalmente, datos históricos de ciertos linajes manchegos que aparecen en la biografía y en la obra de C. (Villaseñores y Ludeñas). 3. Sobre el texto cervantino: cuantificaremos el uso que C. hace de topónimos manchegos, también valoraremos si el paisaje y la geografía manchega están representados en el texto cervantino2.
  1. Red viaria y territorio de la Mancha
No constan estancias de C. en la Mancha, pero sí reiterados viajes cuyo origen y destino implica cierto uso de su red viaria. Precisaremos previamente el ámbito territorial manchego.

3.1. La provincia de la Mancha, antecedentes históricos y evolución
Para definir la Mancha histórica en el s. XVI damos una extraordinaria importancia a las RTFII. En las Instrucciones del cuestionario de 1575, que han de responder los concejos, que se menciona a la Mancha como un ejemplo de “Comarca” (como también se mencionan otras: Tierra de Campos, Rioja o Alcarria). Y es que como “provincia” habrá de esperar hasta finales del s. XVII para verla aparecer como tal. Si nos retrotraemos a la primera mención documental de un territorio llamado “la Mancha”, debemos ir a documentación de Órdenes Militares del s. XIII: donaciones (1237) y concordias (1256). Se menciona allí a “Abeyazat en la Mancha”. Abeyazat , Becejate o Vejezate es un núcleo que se ubica muy próximo a Socuéllamos (Ciudad Real) (Sánchez, 2015, p. 52).

Otro documento de la Orden de Santiago del s. XIV aclara la existencia de distintos ámbitos territoriales. Así en el Bulario de la Orden de Santiago (Bullarium, 1719, pp. 312-313), el Maestre don Fadrique se dirige en 1347 “a todos los Comendadores, o Alcaydes, que por vos estan en las vuestas comiendas en el Campo de Montiel, e de Guadiana aquende, e de Ribera de Tajo, e de la Mancha e de Val de Segura e del Regno de Murcia”. Como es obvio, son categorías distintas el Campo de Montiel, la Ribera del Tajo, la Mancha y ese otro territorio que identifican con el nombre de “de Guadiana aquende” y que en este contexto debe corresponder con Abeyazat-Socuéllamos (el documento está emitido en Ocaña). En 1353, el mismo Maestre concede un Privilegio para la creación de un “Común de la Mancha” que excluye, obviamente, los otros territorios mencionados en 1347. De hecho, el Privilegio no menciona entre las poblaciones incluidas, el que un siglo antes ya se denomina “Mancha de Abeyazat” y, por supuesto, tampoco los territorios de otras jurisdicciones que se declaran manchegas en las RTFII. Así, no incluye tierras de señorío de la Orden de San Juan y tierras realengas como la Tierra de Alarcón. 


2  Las menciones a textos de C. no llevarán cita bibliográfica por ser ampliamente conocidos. Las “Relaciones Topográficas de Felipe II” se mencionarán como “RTFII”. “Siglo” precediendo a numeración romana se abrevia en “s.” “Quintanar de la Orden” se mencionará como tal o, simplemente, “Quintanar”. Los textos históricos transcritos se entrecomillan evitando la cursiva y no se modernizan. El apellido Ludeña aparece indistintamente en la documentación como tal y como Lodeña; usaremos la primera opción.

2

geográfico de este Común (que no es sino una agrupación de pecheros) es muy pequeño: apenas se corresponde con 10 localidades actuales, nucleadas por Quintanar de la Orden, estando ubicado entre las poblaciones de la Rivera del Tajo y las poblaciones de esa tierra “de Guadiana aquende” y el Campo de Montiel. La denominación oficial de este conjunto del territorio santiaguista es: “Provincia de Castilla de la Orden de Santiago”.


Tras la muerte de la reina Isabel dentro de esta provincia se crea un “Partido de la Mancha” (unido con otros territorios no manchegos, ya que así lo explicita su nombre, en el llamado “Partido de Mancha y Rivera de Tajo”). Este Partido reúne varios territorios: ya sí incluye los lugares del Común de la Mancha, además de los del Común de Uclés y el Común de Ocaña. Pero sigue sin incluir el territorio manchego de las otras jurisdicciones antes mencionadas. Este “Partido de Mancha y Rivera de Tajo” en 1566 se dividió en los tres antiguos territorios de los Comunes: “Partido de Ocaña”, “Partido de Uclés” y “Partido de Quintanar”. Por poco tiempo: en 1609 Felipe III lo refunde en Ocaña denominándolo “Partido de Ocaña”.

Sobre el Campo de Montiel, sabemos por las RTFII que Villanueva de los Infantes dice que cae “en el Campo de Montiel que es entre La Mancha y Sierra Morena” (Viñas et al, 1971, 586). Terrinches dice que: “No es Mancha, ni serranía ni Sierra Morena, está entre medias de Sierra Morena y Sierra de Alcaraz y Mancha” (Viñas et al, 1971, 492). Albadalejo dice que pasan arrieros “que van a la Mancha”
(Viñas et al, 1971, p. 11). Claramente ni la Serranía de Alcaraz ni el Campo de Montiel es Mancha.
Tomado de Porras, 1997, 131




A fines del s. XVII, en 1691 se crea la “Provincia de la Mancha”la cual, pese a su denominación excluye todos los territorios que hemos visto documentados hasta ahora como manchegos, tanto santiaguistas (Abeizagat, Común de la Mancha, Partido de Quintanar, etc.) como no santiaguistas (Priorato de San Juan, Alarcón, etc.). En definitiva, excluye la inmensa mayoría de los lugares que se autocalifican de Mancha en las RTFII. Por el contrario, esta provincia se constituye a base de tres partidos: el de Calatrava (de la Orden de este nombre, junto con el enclave realengo de Ciudad Real), el de Campo de Montiel y el de la comunidad realenga de Alcaraz. Si bien, en momentos posteriores irán entrando en esta provincia los territorios de la Mancha de Quintanar y los de la Mancha del Campo de San Juan.
La heredera territorial de esta Provincia de la Mancha es la “Provincia de Ciudad Real” de 1833, que viene a ser la anterior provincia tras de las citadas adscripciones pero con la salida de todo el antiguo territorio medieval de la Tierra de Alcaraz y perdiendo también gran parte de los territorios manchegos de la Mesa de Quintanar y del Campo de San Juan (que van a la provincia de Toledo, donde hoy siguen), así como también quedan fuera territorios manchegos que ahora están en la provincia de Cuenca y Albacete: Territorio de Uclés y antigua Tierra de Alarcón.

La comarca manchega parece vivir en un perpetuo desencuentro histórico con las demarcaciones administrativas que usan su nombre. Actualmente nos encontramos en un proceso dinámico de expansión del ámbito territorial de este topónimo a raíz de formar parte de la denominación oficial del nombre de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha donde, en tanto se desdibuja lenta pero progresivamente el componente castellano, se expande la consideración de manchego. Si en el s. XVI La Mancha no llegaba al Tajo (véase la declaración de Santa Cruz de la Zarza en las RTFII), en el s. XXI ya se ha calificado a Sigüenza de manchega. Se entiende, pues, que dada esta expansión toponímica, quede hoy desdibujada para los estudiosos la anomalía de que C. ubique las salidas de don Quijote desde un lugar (el Campo de Montiel) que nunca perteneció a la Mancha.

Así pues, sostenemos que la Mancha de C. es la Mancha con registro documental coetáneo: Relaciones Topográficas de Felipe II, Cosmografía de Hernando Colón (Colón, 1988) y otra documentación coetánea.


3.2. Relación biográfica de Cervantes con la Mancha. Itinerarios. Red viaria manchega
En localidades cercanas a la Mancha sí se documentan estancias de C.: Esquivias y Toledo. Las presuntas prisiones y residencias en El Toboso, Alcázar de San Juan o Argamasilla de Alba son calificadas por Astrana Marín como “leyendas y patrañas” (Astrana, V, 454-456). Sin embargo, parece obvio que los desplazamientos de C. entre la Corte, Esquivias o Valladolid y Andalucía hubieron de interesar en algunas ocasiones el territorio manchego. Este tema ya fue desarrollado por nosotros en otro trabajo (Sánchez, 2008a).

 Los desplazamientos de C. en el entorno manchego fueron allí organizados en los siguientes ámbitos: 1. Viajes a los reinos de Córdoba y Sevilla: De las barcas de Aceca y de Oreja al Camino de la Plata (Viajes de infancia y juventud entre Alcalá de Henares y Sevilla. El asunto Sigura. Las comisiones andaluzas). 2. Viajes a los reinos de Jaén y Granada: De la barca de Alhóndiga a los puertos del Muradal y Montizón (La comisión de 1594). 3. Comunicación Valencia – Madrid: Del puente del Pajazo a la barca de Fuentidueña (El retorno del cautiverio). 4. La comunicación Lisboa-Cartagena por tierras manchegas: (La comisión de Tomar). En definitiva, analizábamos las posibilidades itinerarias documentadas en los Reportorios coetáneos (Sánchez, 2005, pp. 85-127) que posibilitarían el desplazamiento E-O y N-S con fundamento biográfico. Entre los E-O, el retorno del cautiverio desde Valencia involucraría ordinariamente la Mancha quintanareña. El tramo del Persiles entre Ocaña-Quintanar-litoral levantino pudo ser empleado en dicho retorno. también, si se confirmara la relación biográfica entre C. y los Ludeñas y Villaseñores de Quintanar, ese tránsito entre Ocaña y Quintanar de los peregrinos podría formar parte de otra experiencia personal de C. Respecto de la comisión de Tomar, en algunas de las variantes analizadas podría tocar tierras manchegas.

Entre los frecuentes desplazamientos N-S se analizaron los itinerarios que partiendo de la Corte o Esquivias, cruzan nuestro territorio para abandonarlo por los emblemáticos puertos de La Inés (Camino de la Plata por el Valle de Alcudia), Muradal (inmediato al actual Despeñaperros) y Montizón (por la montieleña Villamanrique)
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Caminos reales vinculados con Cervantes
Del análisis de estos desplazamientos se constata la existencia de una gran zona central manchega donde ni se documentan ni se infieren desplazamientos de C.
  1. Relación biográfica de Cervantes con linajes de la Mancha. Ludeñas y Villaseñores
Existe otra vinculación de C. con la Mancha: con algunos de los más influyentes linajes asentados en ella y concretamente en Quintanar: Ludeñas y Villaseñores.
4.1. Los Ludeñas
Es un linaje que en Castilla adopta dos ramas: 1. Los Ludeña madrileños (padrino de C. y prestatarios de su maestro López de Hoyos) y 2. Los Ludeña de la Mancha.
El urólogo Emilio Maganto (2016) publicó el documento de las velaciones de C., donde aparece como padrino, en enero de 1586, Pedro de Ludeña, el cual es primogénito de Diego de Ludeña y Leonor de Ribera, quienes tuvieron otros dos hijos: Fernando de Ludeña, relacionado con C. por sus amoríos con Magdalena; y a Juan de Ludeña. (Maganto, 2016, 344). Un hijo de Fernando, de ese mismo nombre, es el autor el soneto que aparece en los poemas laudatorios de las Novelas ejemplares (Sliwa, 1999, p. 206). Por otra parte, sabemos que López Hoyos, maestro de C., presta dinero a Pedro (Alvar, 2014, p. 350). Cuanto menos, se aprecia que C., caro discípulo de Hoyos, cuenta como padrino a uno de los prestatarios de su maestro. El padrinazgo de Pedro, los amores de Fernando y el soneto de su hijo Fernando implican una cercanía a C.
De procedencia asturiana, en el reinado de Juan II se establecieron los Ludeña en Castilla: un Pedro de Ludeña pasó a la Mancha y otro Juan de Ludeña se afincó en Madrid (Maganto, 2016, p. 340). Aunque los de la rama madrileña también tuvieron cargos en la Mancha: un Pedro de Ludeña, bisabuelo del padrino de C., fue Comendador de Villanueva de la Fuente (en Ciudad Real) y su padre, Diego de Ludeña, fue Comendador de Mirabel en la Orden de Santiago (en Miguel Esteban, junto a Quintanar) ( Maganto, 2016, p. 341).
De la rama manchega, sabemos que ya en el siguiente s. XVI los Ludeña son “una de las principales familias de la Mancha” (López-Salazar, 2005, p. 98), estando asentados en Quintanar: son citados en sus RTFII por donde sabemos que el patriarca es Juan de Ludeña el Viejo y que su hidalguía es la más antigua de esa localidad (Viñas et al, 1971, p. 427). Lo que no obsta para tener con el concejo pleitos de hildalguía: “Don Alonso Manuel de Ludeña y Diego Manuel de Ludeña, hermanos, alférez mayor y regidor, respectivamente, de Quintanar de la Orden, fueron alistados en 1598 con los pecheros, pese a la ejecutoria ganada por Alonso de Ludeña, su abuelo” (el cual empezó su pleito en Quintanar en 1537) (López-Salazar, 2005, p. 60). El actual párroco de Quintanar de la Orden es un Ludeña.

4.2. Los Villasenores.


También hay alguna relación de C., insinuada en el Persiles, con los Villaseñores de Quintanar. La genealogía de los Villaseñores en esta comarca ha sido estudiada por Alfonso Ruiz Castellanos (2014). Hoy persiste este linaje en Quintanar. Hay una rama madrileña de la que Astrana Marín se hizo eco: “En el pleito… que después de su muerte siguieron por la posesión de la casa de la Red de San Luis su hija doña Isabel y su yerno Luis de Molina con Juan de Urbina, hay una cierta requisitoria… dada por el licenciado Fernando de Villaseñor, alcalde de Corte, en 15 de Marzo de 1617… Ahora bien, tanto don Fernando de Villaseñor como doña Clara Gómez de Villaseñor eran oriundos de Quintanar de la Orden, si bien ignoramos el grado de parentesco que tuvieran con el Antonio y el Diego de Villaseñor del Persiles. Porque, seguramente, los nombres de ambos, ya que no los apellidos, estarán encubiertos por Cervantes” (Astrana, VII, p. 440).
No son menos antiguos en la comarca los Villaseñores: En 1415 otorga testamento en Quintanar la esposa de un Fernando Alonso de Villamayor (Ruiz, 2014, p. 367). En Quintanar, Ludeñas y Villaseñores en tanto que miembros de la misma élite, tuvieron entre sí relaciones documentadas. En 16 de septiembre de 1580, en Quintanar, Luis de Villaseñor y su mujer Catalina Muñoz fundan una capellanía, para la cual nombran como patrono a Juan Manuel de Ludeña (Ruiz, 2014, p. 394). También hay Villaseñores en Miguel Esteban (inmediato a Quintanar) (Ruiz, 2014, p. 376).

  1. La Mancha en el texto cervantino: Topónimos. Paisaje
5.1. Cuantificación de topónimos manchegos en el Quijote
Cuantificamos los topónimos manchegos en el Quijote como modo de objetivar un aspecto del uso que C. hace de la geografía manchega.
En la edición del Quijote de Felipe Pedraza figura un “Índice de topónimos” (Pedraza, 2005, 979), de él hemos seleccionado los pertenecientes a las provincias de Toledo, Cuenca, Albacete y Ciudad Real, y hemos revisado su frecuencia de aparición en el Quijote usando el CD-ROM “Banco de datos textual en DBT versión beta, al cuidado de Joan Torruela” adjunto a la edición de 2004 del Quijote de Francisco Rico. Estos son ordenados por frecuencia (no computamos, por razones obvias, el topónimo Mancha y Toboso”)3 : 1. Cueva de Montesinos (treinta y una menciones), 2. Sierra Morena (veinte), 3. Toledo (diez), 4. Tirteafuera (ocho), 5. Ruidera (ocho), 6. Tajo (ocho), 7. Guadiana (siete), 8. Argamasilla (seis), 9. Campo de Montiel (cinco), 10. Miguel Turra (cuatro), 11. Almodóvar del Campo (cuatro), 12. Puerto Lápice (tres), 13. Ciudad Real (dos), 14. Cuenca (dos), 15. Caracuel (dos), 16. Tembleque (dos), 17. Quintanar (dos), 18. Zocodover (dos), 19. Peralvillo (una), 20. El Viso (una), 21. Plaza de Sancho Bienaya (una), 22. Palacios de Galiana (una) y 23. Las Ventillas (una). De ellos, están indudablemente fuera del ámbito territorial de la Mancha histórica coetánea a C. los topónimos: Toledo, Campo de Montiel, Cuenca, Zocodover, Plaza de Sancho Bienaya, Palacios de Galiana y Las Ventillas. Quedan un total de 16 voces que aparecen un total de 109 ocasiones. Antonio García Velasco determina que en el Quijote hay 378.591 palabras (de ellas son palabras distintas 22.800). 16 voces sobre 22.800, que aparecen 109 veces sobre 378.591, autorizan a sostener un fundamental desinterés de C. por ubicar en un marco reconocible los episodios del Quijote. Si excluimos los macrotopónimos (Sierra Morena) e hidrónimos (Tajo, Guadiana) que desbordan el ámbito castellano-manchego, quedan 13 topónimos sobre 22.800 palabras distintas. Entre las 109 apariciones, 43 son a base de hidrónimos y del macrotopónimo Sierra Morena. Después de haber apuntado a la omnímoda libertad del literato, surge inmediata la hipótesis de que C. no conociera muy bien la Mancha. En otro caso, tal vez estas cifras hubieran sido distintas, pese a su mayúscula despreocupación por fijar geográficamente los episodios del Quijote.
5.2. Paisaje manchego en el texto cervantino


En el texto del Quijote y el Persiles el paisaje tiene escaso protagonismo; las descripciones ni son detalladas ni son útiles para identificar un ámbito geográfico real. C. “no habla nunca de tierras yermas y estériles ni de pasajes desolados. Don Quijote y Sancho siempre hallan bosques propicios al reposo” (Astrana, V, 262). Gran parte de las descripciones son idealizadas, lejanas al paisaje auténtico de las tierras manchegas, entroncadas con una visión propia de la tradición pastoril y bucólica, muy próximo al tópico del locus amoenus. En ocasiones se evidencia que la topografía que describe en nada se parece a la real. Tal es el caso de la Cueva de Montesinos: hemos argumentado que la inverosímil descripción cervantina obvia totalmente la realidad topográfica y parece tomar por modelo la Sima de Cabra (Sánchez, 2015, pp. 60-65). Desconocimiento o desinterés por la geografía que se manifiesta, por ejemplo, en el capítulo octavo del libro tercero del Persiles: “Nuestros peregrinos pasaron por Aranjuez, […] vieron la junta, los besos y abrazos que se daban los dos famosos ríos Henares y Tajo”. Pero el Henares no es afluente del Tajo, lo es el Jarama. La confusión es cervantina ya que se repite en el primer libro de la Galatea: “En las riberas del famoso Henares, que al vuestro dorado Tajo […] da siempre fresco y agradable tributo”.

Obviamente, del desinterés literario por la geografía no debemos suponer un desconocimiento de la misma. C. menciona en La Ilustre fregona el cruce del Tajo por la barca de Aceca, aguas arriba de Toledo (Sánchez, 2015, p. 100): “por yr muy de priessa y ahorrar dos leguas de camino, desde Madrid auía passado por la barca de Azeca, y que aquella noche dormía en Orgaz”. Respecto del tránsito de los peregrinos del Persiles por territorio manchego, tras pasar por Aranjuez y Ocaña sólo se menciona Quintanar antes de entrar en el reino de Valencia y, por cierto, aquí C. sí que refiere – de un modo nada frecuente- un cálculo muy verosímil para que los peregrinos cubran en un viaje normal a pie los 60 km entre Ocaña y Quintanar: tres días a un paso normal de 20 km/día. Unido a los datos anteriores invita a suponer un conocimiento personal.

Conclusiones
La respuesta que damos a nuestra pregunta de qué grado de conocimiento, a la luz de los datos documentales, demuestra tener C. de la geografía manchega es que, siguiendo sin aparecer documentos que acrediten la estancia de C. en la Mancha, y apoyándonos en documentos biográficos y de la red coetánea de Caminos Reales y, en segundo plano, de datos objetivos extraíbles del texto cervantino, la relación de C. con la Mancha es muy tenue. Solamente hemos encontrado datos para proponer un conocimiento de la Mancha del entorno de Quintanar de la Orden, basado en la compatibilidad de itinerarios con base biográfica, así como con su proximidad biográfica a los linajes Ludeña y Villaseñor. Queda poder documentar el nivel de familiaridad entre los tres Ludeñas madrileños (el padrino de C., el amante de su hermana y el autor del soneto laudatorio) y los Ludeñas quintanareños. Así como la relación biográfica entre los Villaseñores quintanareños y C.

Sobre los itinerarios que biográficamente pudo C. haber utilizado, sólo unos pocos de estos caminos se internan plenamente en la geografía manchega; muchos la flanquean. El análisis del uso que, en su obra, hace de la toponimia, la geografía y el paisaje manchego tampoco invitan a pensar en un conocimiento profundo. También es un hecho que singulariza este entorno quintanareño en su obra. Aparece en el Quijote al principio y al final de la obra como patria de Juan Haldudo y como lugar de compra de los perros Barcino y Butrón. Por otra parte, El Toboso está a una legua de Quintanar de la Orden, y nada lejos están algunas de las pocas localidades que menciona C.: Tembleque y Puerto Lápice. En el Persiles, C. menciona a Ocaña y a los Villaseñores de Quintanar. La red caminera también apoya esta asociación con la comarca de Quintanar: en el Quijote se menciona el Camino Real de Toledo a Murcia y en el Persiles el de Toledo a Valencia. (No deja de generar resonancias sugerentes la mención en el Persiles a la inmediatez a Quintanar de un lugar “de cuyo nombre no me acuerdo”). Del resto de los grandes caminos que se dirigen desde la Corte a Andalucía, solo tangencialmente involucran a la Mancha histórica. Dado que, como es obvio, la concreción geografía no le preocupaba en absoluto a C., no deja de aportar significado el hecho de involucrar en tan repetidas ocasiones a Quintanar, situado a poco más de 130 Km de Madrid y poco más de 100 de Esquivias.

Con alto grado de probabilidad, C. eligió el epíteto “Mancha” dentro del clima general burlesco de la obra, tal como dice Eisenberg (1995, p. 103): “Una mancha era, naturalmente, algo que un caballero debía evitar a toda costa”, más que como homenaje a una tierra o expresión de un profundo conocimiento de ella. La anómala adscripción por C. del Campo de Montiel al territorio manchego precisa más investigaciones. Posiblemente lo traiga C. a colación, en la misma línea burlesca, como antítesis de territorio heroico. Las menciones cervantinas en el Quijote al “antiguo y conocido Campo de Montiel” y al “famoso Campo de Montiel” deben interpretarse a la luz de la Respuesta nº 54 de las RTFII de Almedina (Viñas et al, 1971, p. 61) “Ítem dijeron que en el contorno de esta villa hay los pueblos siguientes: la villa de Montiel que tendrá trescientos vecinos, de la cual no se sabe otra cosa notable que haya acaecido más de que en ella fue muerto el justiciero rey don Pedro”. Y, tras citar los pueblos de su contorno, dice de ellos que “por ser pueblos nuevos no se sabe de ellos cosa que digna sea de escribir que haya en ellos acaecido”.
Pausa,Ayacucho, Sur Este del Peru.

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 jorgez.1944@yahoo.es
Precision necesaria. En las PC con programas en Ingles, no se cuenta con la tilde,  el acento, que permite la riqueza sonora del Idioma de Cervantes. Tambien es un juicio relativo que el  Idioma de Cervantes es la segunda lengua que se habla en EEUU, despues, en tercer lugar,  viene el Chino. Lo evidente es que vivir en EEUU sin el English, es casi imposible.  La Torre de Babel aun persiste en su laberinto.