Papel de Arbol

miércoles, 17 de mayo de 2017

LA GRAN EPOCA, SORPRESAS DE LA CIENCIA


Jorge Zavaleta Alegre
Washington  DC
Las Bibliotecas y los Museos  comienzan a impulsar  el uso  de las nuevas tecnologías de la comunicación  para cumplir los objetivos germinales del  desarrollo  integral  de las sociedades. Inclusive el Turismo va dejando de lado de sus circuitos a las bibliotecas y museos como parte de  los frecuentes atractivos de obligada visita.

Las Biblioteca y los Museos, son primas hermanas de la Historia, que por efectos de la  televisión y la prensa amarillas,  vienen enfrentando  una creciente indiferencia para conocer  mejor los orígenes o las causas de la evolución o la involución de los pueblos.
Los  países del Sur,  atribuyendo como  causa la falta de recursos fiscales, descuidan la conservación de los Museos y las Bibliotecas  y los patronatos tradicionales, en varios casos ya de conocimiento público, se van constituyendo en una fuente de negocios, con altos réditos, superiores, incluso a los dineros del narcotráfico.

Del Norte del planeta vienen algunas enseñanzas que nos invitan a la reflexión. Las asociaciones de Museos y de Bibliotecas,  en lugar  de  tomar distancia de los usuarios, vienen alimentando nuevas  oportunidades para aumentar las oportunidades de acceso  al conocimiento de los  tesoros que guardan los pueblos. Los manuscritos,  libros, colecciones de  la buena prensa, del buen cine, son los mejores  aliados   de sociedades ideales, de modelos de vida  para el presente y el mañana.

Instituciones que gozan de prestigio en  Italia, España, Bélgica o EEUU, aprovechan la evolución de las tecnologías de la información y la comunicación, especialmente de Internet, para propiciar el cambio de las necesidades de los ciudadanos y la forma en la que ellos acceden a la información.  Las web, acompañadas de una agenda de actividades con la población,  están  trasformando el papel de las bibliotecas tradicionales y de los museos.   

En este contexto, hay sectores que  cuestionan el futuro de las bibliotecas. Se analiza la necesidad de reorientar los servicios de las bibliotecas públicas, pasando de entenderlas como centros culturales cerrados a tratarlas como centros sociales, abiertos, dinámicos.
El tema de los  museos es apasionante.  Veamos una nota de La Gran Época. De  Londres se informa sobre un museo poco convencional que despierta la curiosidad y desafía las especies de seres vivos clasificadas por la ciencia.

Veamos un reciente informe de La  Gran Época:
Restos conservados de hadas, duendes, dragones, licántropos y otras criaturas  son parte de esta inusual colección que se exhibe en Londres con el nombre Cryptid Colección Merrylin.

Las piezas de la colección son las más increíbles jamás conocidas. Alex CF- gran admirador del legado del profesor Thomas Theodore Merrylin- es el que se ocupa de dirigir y mantener el museo, por lo que algunos, que solo sirven para criticar para destruir,  lo han llamado “oportunista” y “estafador”, aunque él desestima estas afirmaciones.

Según relata la página web del museo, en 2006 se creó un fideicomiso para analizar y cotejar un gran número de cajas de madera que se encontraron selladas en el sótano de una casa londinense antes de su demolición


Aparentemente intactas desde la década de 1940, las cajas contenían más de 5.000 ejemplares de flora y fauna, recogidos, disecados y conservados por muchos olvidados científicos, profesores y exploradores de otras culturas o especies alternativas, negadas por la ciencia contemporánea.

La colección también albergaba muchos artefactos de origen curioso, como por ejemplo una supuesta máquina para detener el envejecimiento.

De acuerdo a la página web del museo, el profesor Merrylin nació en 1782 en Hellingshire- al norte de Inglaterra. Su madre murió durante el parto y fue criado por su padre Edward, un general del ejército.

Una vez retirado, su padre se enamoró de la historia natural esotérica y dedicó el resto de su vida a viajar por el mundo en busca de artefactos ilusorios y especies ocultas que residían en los continentes olvidados o lugares oscuros, lejos de miradas indiscretas.

Viajaron juntos por muchos años hasta que sus padre encontró una muerte súbita. Desde entonces Thomas encontró consuelo en su trabajo y en continuar la colección que había iniciado junto a su padre…

La Gran Época, según sus editores,  es un periodismo independiente, sin censura y comprometido con la verdad. Sin embargo financiar un medio de comunicación es cada vez más difícil y no quieren implementar un muro de pago para poder solventarnos. “Queremos mantener todos nuestros contenidos libres y llegar a mucha más gente, porque creemos que todos deben tener acceso a la verdad y tú no puedes ayudar a lograrlo”.

El libre mercado ha convertido  a una sociedad más desconfiada. Pocos desean ayudar las iniciativas de comunicación, entretanto la prensa, hoy en día, se  aglutina en tres  grandes núcleos.  Aquellos que están cerca del periodismo oficialista, con salarios  del  Estado y de las corporaciones ligadas a grandes  consorcios empresariales. Aquellos que a través de  Internet  crean grandes circuitos con mayor credibilidad y acierto. Y los Patronatos de las Instituciones ligadas con la cultura, que han  distorsionado en el tiempo los propósitos de las pinacotecas, museos,  pues obras de arte de incalculable valor terminan en circuitos privados. La  prensa rentada con “donaciones” dirigidas,  prefiere ignorar la historia de las pequeñas comunidades o  de sus defensores.

La Gran Época es la edición en español del periódico internacional Da Jiyuan o Epoch Times (su nombre en inglés).

"La Gran Época es una voz independiente que se expresa en forma impresa y online. Informa noticias verdadera y responsablemente para que sus  lectores mejoren sus propias vidas y aumenten su comprensión y respeto por sus prójimos inmediatos y los de todo el planeta".

Con sede central en la ciudad de Nueva York y una red de periodistas locales en todo el mundo, La Gran Época es el periódico independiente de más amplia distribución en todo el mundo, con publicaciones en 35 países y 21 idiomas.

“Nuestra independencia nos permite informar sin la influencia de ningún otro interés particular, grupal o nacional, en completa concordancia con nuestros valores”, señala el documento fundacional de La Gran Época.

Un antecedente de este esfuerzo periodístico:  Después de los hechos violentos en Tiananmen,  un grupo de chino-americanos comenzaron a publicar La Gran Época en chino, arriesgando su vida y la de sus seres queridos. Algunos periodistas en China fueron encarcelados. “Nuestros comienzos han inculcado en el equipo de La Gran Época de un firme compromiso para informar de manera objetiva y socialmente responsable, además de un gran respeto a los derechos humanos y la libertad”, reitera el acta fundacional de La Gran Epoca.

La versión en lengua china de La Gran Época comenzó a ser publicada en respuesta a la creciente necesidad de una cobertura sin censura de los eventos en China.
El primer periódico fue publicado en mayo del 2000 en Nueva York, y en la Web en agosto del 2000. Muy pronto la siguieron ediciones locales publicadas por oficinas regionales, convirtiéndolo en el periódico más grande de todos los periódicos en idioma chino fuera de China Continental y de Taiwán.

A comienzos de 2005, comenzó a funcionar la página web de La Gran Época en español. Hoy, en un mundo que cambia cada vez más rápidamente, la gente necesita información confiable para entender los eventos y tendencias. Nos esforzamos en mostrar la humanidad común que compartimos, buscando impactar positivamente en la vida de las personas. Deseamos que nuestros artículos ayuden a los lectores a desarrollar y evolucionar su entendimiento sobre nuestro mundo y sobre sí mismos, y a respetar y valorar al prójimo.

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Crónica  de Jorge Zavaleta Alegre, EEUU, 2017