Papel de Arbol

lunes, 23 de enero de 2017

EL MERCADO PIERDE SU LIBERTAD


Jorge  Zavaleta  Alegre
Soñar en un mundo nuevo  era una vieja ilusión.  Pues  esa capacidad de imaginar va  desapareciendo. Ante el derrumbe de las ideologías, incluyendo  la del  libre  mercado, el mundo  asiste  a la irresponsabilidad de los gobernantes. Su escasa eficiencia ha precipitado la caída de los valores políticos, inclusive el derecho de imaginar. Los candidatos  a la primera magistratura, provienen ahora de la improvisación, de la desesperación, de los olvidados  de siempre, de aquellos que tienen como único mensaje lo que ofrece la televisión y su alta dosis de fútiles  vanidades.


"Vamos a liberar la tierra de las enfermedades y vamos a aprovechar nuevas energías y tecnologías. Un nuevo orgullo nacional nos va a guiar y curará nuestras divisiones.  A todos los estadounidenses: nunca seréis ignorados jamás. Vuestra voz, vuestras esperanzas y vuestros sueños definirán nuestro destino. Juntos haremos que EEUU sea más fuerte otra vez, son algunas de las  frases que este mediodía del  20 de enero del  2017 escuchó  el mundo de labios del 45° presidente, Donald  Trump.

Lo que dijo el candidato Trump: "Vamos a construir un muro en la frontera con México, un muro grande y hermoso, y México va a pagarlo". Son siete mil  kilómetros que van al  borde del  Río  Bravo.  "'¡Construye el muro, construye el muro!".

Uno de los consejeros más cercanos a Trump, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, ha dicho que el muro será construido incluso si tiene que ser por medio de una orden ejecutiva, ya que Trump "no va a romper una promesa de campaña".

 "Lo que vamos a hacer es atrapar a los que son criminales y tienen antecedentes (...) probablemente 2 millones, quizá hasta 3 millones, y los vamos a sacar del país o quizá los vamos a encarcelar". Trump: "Llamó  a un cierre total y completo a musulmanes entrando a Estados Unidos". Mantiene su promesa de no dejar entrar ningún refugiado sirio en Estados Unidos.

La ola provocada por la rebelión contra las élites políticas, potenciada por los nacionalismos y el populismo, induce a recuperar el gobierno del país, de las manos de la casta de Washington.  

Para muchos comienza  la desaparición del orden liberal occidental. Para Trump y sus ideólogos, un gabinete de coalición de plutócratas y militares ideologizados, es la oportunidad de construir una nueva arquitectura internacional, quizás usando a Rusia para confrontar a China.

Trump asume la Presidencia de un país dividido, aunque sin riesgo de guerra civil, porque cualquier extremo, empezando por los grandes capitales, puede lastimar  su supervivencia “pacifica”. Desde este  20 de enero regresa   la retórica nacionalista, el “Volkswagen”, de  la Alemania de los  40.


Desde este momento, solo Estados Unidos será primero. ¡Estados Unidos será primero!”, advirtió el  flamante presidente. “Juntos construiremos que Estados Unidos vuelva a ser fuerte. Haremos que Estados Unidos vuelva a ser próspero. Haremos que Estados Unidos vuelva a ser orgulloso. Haremos que Estados Unidos vuelva a ser seguro de nuevo. Y sí, juntos haremos que Estados Unidos sea grande de nuevo”, fueron  los puntos centrales del presidente de la primera potencia económica del  mundo y el tercero con mayor población migrante del mundo.