Papel de Arbol

miércoles, 26 de octubre de 2016

“EL FINAL DE UNA VIDA” por Adolfo CéspedesThorndike

                                                                        
                                                               

Las experiencias externas que timbran las cuerdas de nuestra sensibilidad, hacen surgir en nosotros,  amor u odio,  alegría o sentimiento,  gozo o desilusión,  adhesión  
o  protesta, contra  todo aquello  que es injusto del hombre contra el hombre.  (Fragmento de “El Final de una Vida” de:  Isaías Zavaleta Figueroa)                                                                                     
Escribe: Adolfo Céspedes Thorndike*                      
Comencé   a conocer a quien sería mi suegro el Maestro y Pastor evangélico, ISAIAS ZAVALETA FIGUEROA, allá por los años de 1972, en su casa de la calle Francisco Bolognesi de la ciudad de Trujillo, donde tenía abierta al público su Editorial “Parón”, y en la que diera a luz sus múltiples composiciones literarias: poesías, cuentos, obras teatrales y novelas, que nos muestran la riqueza y exquisitez de su prosa y verso, y sobre todo la calidez y dimensión humana de su gran formación espiritual.

Conversar con él, era pasar momentos placenteros y edificantes; un recorrido por la Historia, la Ciencia, la Filosofía y la vida diaria, todo matizado con alturados chascarros que traían el gozo a nuestro espíritu, y  cada uno de nosotros  terminaba con el alma en paz, llevando el mensaje de su prédica: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas larga y feliz vida”; precepto bíblico de hondo significado, que siempre pregonaba y que supo cumplir muy bien  don Isaías, lo que con seguridad contribuyó a depararle una vida  feliz de 100 años, no de Soledad, sino al contrario de continuo enriquecimiento de amistades y discípulos, a quienes toca ahora continuar difundiendo su mensaje doctrinal.

“El hombre no debe estar solo, necesita de una compañera idónea”, recomendaba con mucha seriedad a todo varón joven o viudo; ¿ precepto bíblico?, no lo sé, tendríamos que buscar en los más de 70 libros que conforman las Sagradas Escrituras; libros que con seguridad, don Isaías sí los dominaba, testigos de lo cual son los creyentes que cada semana  escuchaban  su moral y  aleccionadora prédica, en las iglesias que como Pastor congregó, para difundir la fe y religión cristianas, a lo largo de su activa y longeva vida, tales como:

Iglesia Pentecostal de la Ciudad de Caraz, Departamento Ancash;  “Monte Sinai” y “Estrella del Oriente” del Distrito del Porvenir, Trujillo; “La Voz de la Esperanza”, del Distrito La Esperanza, Trujillo;” Cristo Salva”, Renovación Cristiana”, “Fuente de Bendición” y “El Buen Sembrador”, de la Provincia de Trujillo, Departamento de La Libertad;  Iglesias de las Asambleas de Dios del Perú, de las que llegó a ser un Ministro Ordenado. Fiel a su prédica, pues siempre supo dar  el ejemplo en aquello que creía y difundía,  contrajo matrimonio a los 24  años de edad, con la bella joven huaylina  Elena Alegre Mejía, hija mayor del Juez de paz de la ciudad, y de cuya feliz unión forman su descendencia: 

 Hélida  Beatriz, Jorge, Arturo (ya fallecido) y Rosa Amelia Zavaleta Alegre, hijos del buen profesor, matemático, escritor y periodista, que iniciara su carrera docente en la ciudad de Caraz, del departamento de Ancash, su lar natal, donde se le recuerda con cariño y gratitud, pues también supo formar con eficacia y esmero, tanto en la escuela estatal, en su academia particular de matemáticas,  en la prensa de su localidad y a través de sus acciones como Regidor de Cultura del Concejo Provincial de Caraz; la personalidad de cientos de niños, jóvenes y adultos, coterráneos suyos; muchos de ellos ahora ya convertidos en ciudadanos de bien y de provecho a nuestra sociedad. Al cabo de unos años de enviudar contrajo nuevas nupcias con la señora Victoria Chávez Mendocilla, pareja matrimonial con la que terminó su vida terrenal, conforme a lo que predicaba “el hombre no debe estar solo…”

A partir de 1974, en que el suscrito disertante contrajera matrimonio con Hélida Beatriz, hija mayor de don Isaías, nuestra inicial amistad se acrecentó y consolidó y fue ascendiendo con profundo respeto, dentro del seno familiar que desde entonces compartimos, también junto a su amada esposa la señora Elena alegre, de quienes me beneficié del saber y experiencia que sólo la vida bien llevada como fuera la que ellos tuvieron, puede legar con éxito a las generaciones  que les siguen, para bienestar del hogar y por ende de la sociedad.

Un siglo de existencia bien llevada, es una rara experiencia que El Creador concede a los mortales, tal vez para darles más tiempo para saciar su sed de continuo aprendizaje o enseñanza; para ver florecer a su familia y amistades, y experimentar hasta el fondo el amor, la amistad, la alegría, el dolor, la esperanza y todo aquello que nos hace más humanos. Parafraseando un poco el título de una de las obras de don Isaías, he sido testigo del Final de su vida, y puedo dar constancia con seriedad y respeto como diariamente, y por más de nueve meses, ha recibido en su lecho de dolor la visita, el saludo, cariño y reconocimiento a su labor, de muchos de los fieles a quienes congregó, varios de ellos  llegaban desde lugares apartados o lejanos, pues  sentían con dolor la ya próxima partida de su querido Pastor. Para su familia y amistades más  cercanas, no habrá final; continuará existiendo en los gratos recuerdos de nuestra memoria  con su gran personalidad de hombre justo y de bondad.
“Nuestras vidas son los ríos, que van a dar en la mar, que es el morir”; escribió el poeta Jorge Manrique, con ocasión del fallecimiento de su padre; hermosa metáfora que bien puede ser aplicada a muchas vidas, como fuera  la del maestro que comentamos;  y así podríamos decir sin temor a equivocarnos que su gran accionar vital fue caudaloso como el Amazonas, religioso o sagrado para muchos como el Jordán o el Ganges, o fértil como el Santa, río  que cruza su ciudad natal, y en cuyas aguas don Isaías bautizó, como en los tiempos iniciales del cristianismo, a cientos de creyentes en su fe. Ahora, ya en el mar de la eternidad post mortem, don Isaías Zavaleta Figueroa, DESCANSE EN PAZ, así como vivió en la tierra, en paz consigo mismo y con sus semejantes.


 *Profesor de Literatura y Abogado  
por la Universidad Nacional de Trujillo-UNT

+Diario La Industria de Trujillo

Fundado en 1895 en Trujillo (Perú) por Teófilo Vergel y Raúl Edmundo Haya de Cárdenas. Su verdadero impulsor fue el periodista y doctor en leyes Miguel F. Cerro Guerrero (1870-1957), creador de la empresa familiar que  hasta la actualidad. Le sucedió su hijo Vicente Cerro Cebrián (1909-1971) y, a su muerte, su mujer Ofelia Moral (1971) y sus hijas Isabel (1972) y María Ofelia (1975).
En la actualidad, la cuarta generación familiar, a través de Giuliana y Julio Alberto Ortiz Cerro, gestiona el diario y el resto de las cabeceras del grupo (El Satélite de Trujillo, La Industria de Chimbote y La Industria de Chiclayo).


POBLACIONES INDIGENAS SUFREN PERMANENTE PERSECUCION JUDICIAL


Las poblaciones indígenas son víctimas permanentes de la persecución de los administradores  de justicia ligados a los grandes consorcios  que destruyen la flora, la fauna  y la vida de las comunidades. Desde siglos los comuneros han conservado  la reserva ambiental más grande del planeta. El  año 2015  fueron asesinados más de 150 defensores de  la naturaleza.

Esta denuncia la formula la organización  Chirapag que congrega  a dirigentes comuneros  y  a destacados profesionales  autores  de cientos de libros e investigaciones,  pero que  aún  quedan impunes  por  los delitos que cometen. 

Las víctimas son tantas como las incursiones clandestinas de las petroleras, gasiferas y  madereras que destruyen miles  de hectáreas, ante el silencio  de   gobernantes nacionales, regionales y locales.  

Indígenas de América Latina denuncian persecución judicial y advierten sobre riesgos para el medioambiente

Líderes de Honduras, Ecuador y Perú señalaron que represión se manifiesta no solo con amenazas de violencia física, sino con largas y engorrosas denuncias judiciales.

Filántropos de los cinco continentes se reunieron con ellos en Lima a fin de establecer alianzas para preservar las montañas y bosques.

Según un reciente estudio del International Funders for Indigenous Peoples (IFIP), más de 150 defensores del medio ambiente fueron asesinados en el año 2015. En la mayoría de los casos, se trataba de líderes indígenas que trataban de detener la extracción de los recursos naturales en sus comunidades.

Esta situación de emergencia ha continuado en el año 2016, cuando cobró visibilidad mundial al ser asesinada Berta Cáceres, lideresa lenca de Honduras, opositora al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en su territorio ancestral.

Preservar la vida  de los defensores ambientales fue el tema principal de agenda en la Conferencia Latinoamérica de Donantes para Pueblos Indígenas (LAIFC 2016), realizada en Lima, Perú, del 25 al 27 de octubre.

Defensores ambientales en peligro
Laura Zúñiga Cáceres, hija de Berta Cáceres, señaló que en su país se impone un modelo extractivo “violento y extremo, sin respeto por los derechos humanos”. Ella denunció denunció que las amenazas contra la vida afectan a todos los líderes indígenas por igual. “A mi madre tener un perfil internacional no le salvó la vida. Todavía no logramos justicia para Berta”, indicó.

Gloria Ushigua, del pueblo Zápara de Ecuador, denunció haber sido golpeada y arrastrada por la policía. Su lucha contra la petrolera china Andes Petroleum la hizo recibir numerosas amenazas de muerte. Ushigua indicó que existe una creciente presencia de paramilitares en el territorio Zápara, en la frontera entre Ecuador y Perú.

Su pueblo envió al Gobierno de Ecuador una propuesta de desarrollo alternativo que incluía la medicina tradicional, el ecoturismo y otras actividades sostenibles, sobre el cual aún no reciben respuesta.  “¿A dónde vamos a ir? No tenemos donde ir… ahí mismo nos vamos a quedar tomando agua sucia, contaminada”, señaló Ushigua.

El dirigente indígena peruano, Washington Bolívar Díaz, señaló que más de 7,000 hectáreas de bosque fueron destruidas para la siembra de palma aceitera que lleva a cabo la empresa Ucayali SAC. “Hay falta de coherencia del código penal peruano con las leyes que poseen los indígenas”, señaló. Bolívar denunció haber sido arrestado, y continuar hoy con un proceso judicial en su contra.

Propuestas para la seguridad
Los líderes indígenas que participan del LAIFC 2016 señalaron que requieren apoyo a largo plazo para enfrentar los procesos judiciales, y para formar a abogados indígenas de la propia comunidad, que constituyan su frente de defensa legal.

Asimismo, manifestaron la necesidad tener medios de comunicación comunitarios, que puedan alertar rápidamente a las autoridades indígenas y estatales sobre cualquier amenaza contra su vida.

Lourdes Inga, directora ejecutiva del International Funders for Indigenous Peoples (IFIP), señaló que su organización tiene el compromiso de apoyar a los pueblos indígenas en estas demandas y destinar fondos específicos para establecer mecanismos de seguridad y brindar asesoría legal. “Nuestros hermanos indígenas no están solos”, concluyó.

El International Funders for Indigenous Peoples (IFIP), es un consorcio de más de 50 fundaciones que apoyan a los pueblos indígenas alrededor del mundo. Esta es la catorceava edición de esta Conferencia, y la primera ocasión que se realiza en Sudamérica. El lema del encuentro es “Buen Vivir: Apoyar el Papel de los Pueblos Indígenas en la Diversidad Biocultural, Derechos Humanos y Modelos Económicos Sostenibles”.

Gloria Ushigua, del pueblo Zápara de Ecuador, denunció haber sido golpeada y arrastrada por la policía. Su lucha contra la petrolera china Andes Petroleum la hizo recibir numerosas amenazas de muerte. Ushigua indicó que existe una creciente presencia de paramilitares en el territorio Zápara, en la frontera entre Ecuador y Perú.

Su pueblo envió al Gobierno de Ecuador una propuesta de desarrollo alternativo que incluía la medicina tradicional, el ecoturismo y otras actividades sostenibles, sobre el cual aún no reciben respuesta.  “¿A dónde vamos a ir? No tenemos donde ir… ahí mismo nos vamos a quedar tomando agua sucia, contaminada”, señaló Ushigua.

El dirigente indígena peruano, Washington Bolívar Díaz, señaló que más de 7,000 hectáreas de bosque fueron destruidas para la siembra de palma aceitera que lleva a cabo la empresa Ucayali SAC. “Hay falta de coherencia del código penal peruano con las leyes que poseen los indígenas”, señaló. Bolívar denunció haber sido arrestado, y continuar hoy con un proceso judicial en su contra.