Papel de Arbol

domingo, 7 de agosto de 2016

TERRORISMO: 35 AÑOS DESPUÉS…


Por Raúl González.
El  autor de este comentario es sociólogo peruano, que figura entre los principales
investigadores  de la  violencia en el país. 
Esta vez nos ofrece un texto actualizado de mayo del 2015. Este tema comenzó a ser analizado desde las páginas del  Diario de Marka y Caballo  Rojo, la revista dominical  de la misma  casa editora.







Luego de 35 años que Sendero se levantara en armas, el país, el gobierno, sus clases políticas y muchos de sus intelectuales, no entienden hasta hoy lo ocurrido y, lo que es peor, lo que es en la actualidad, Sendero Luminoso.

No existe en el Perú un diagnóstico valido para el 2015 ni de Sendero ni de lo quedó del MRTA. Por eso, ni los Partidos Políticos, ni los politólogos, ni los Servicios de Inteligencia tienen claridad sobre las diferencias reales entre el Sendero de Abimael Guzmán y los senderistas presos; entre ellos y la columna armada que opera en el VRAE (Valle del Río Apurímac y el Ene); y por eso tampoco saben bien lo que es el MOVADEF, y menos los problemas que tienen y ¡Vaya si los tienen!

Marcos Ibazeta, que ha sido Presidente de la Corte Superior de Lima y Presidente de la Sala Penal para los casos de terrorismo, ha llegado a afirmar que Abimael Guzmán y los dirigentes de Sendero del VRAE nunca se pelearon porque “su objetivo fue -y sigue siendo- derrotar al Estado peruano” Y añade “más que posiciones ha habido tácticas distintas dentro de una misma estrategia” (Perú21, 11 abril 2014).

Tal opinión no es una simple opinión personal porque es compartida en la mayoría de las tiendas  políticas del medio que deberían poseer, por lo menos, un diagnóstico más cercano a la realidad. No lo tienen porque carecen de presencia a nivel nacional y porque sus prioridades políticas son otras; razón por la que desde hace tiempo optaron por desentenderse del tema y minimizar el problema y usarlo solo con fines políticos; para descalificar personas, protestas sociales y gremiales; para enrostrarle  a los gobiernos de turno su debilidad con los terroristas ya condenados, y que están por cumplir las condenas que las leyes de la democracia les impuso, o para prometer más dureza en caso lleguen al poder.


Las consecuencias.-

El resultado es penoso porque los medios de comunicación, obviamente sin así proponérselo, levantan estas noticias y solo consiguen dos cosas: mantener incólume el miedo de la población al retorno de situaciones pretéritas y mantener con vida mediática el tema del terrorismo.

El caso más patético fue el shows realizado por el anterior Ministro Urresti que cerró una exposición del senderista Inchaustegui en el Jirón Quilca; exposición casi clandestina que gracias a la intervención del Ministro tuvo una publicidad cercana al medio millón de dólares y, como fue prohibida, ya ha recibido invitaciones de varias entidades de países europeos para sendas exposiciones. En esa oportunidad, Urresti fue el gran promotor de una exposición considerada prosubversiva; para no mencionar las muchas en la que la responsabilidad fue de Julio Galindo, el más ingenuo y oscuro Procurador que haya tenido el país.


Los problemas.-

1.- 35 años después el país no ha superado el problema y el Estado no se ha adecuado a los nuevos retos y problemas que la existencia de grupos terrorista les deja una vez que terminan.

2.- Existe un miedo social injustificado y pocos entienden que la guerra senderista ya terminó y que ésta es irrepetible. La razón: Sendero, en estos tiempos no podría convocar ni campesinos ni a los informales enfrentados al gobierno para tomar el poder para formar una “República de Nueva Democracia”. El hecho de que algún ex senderista participe de una de las protestas actuales, no es, hoy en día, lo central.

3.- No se entiende que aquella máxima maoísta “El Poder nace del fusil” ya no es válida no solo por la diferencia de armas entre los grupos subversivos y los gobiernos sino por los adelantos tecnológicos. El poder hoy no lo da el fusil sino la tecnología. Para graficar la idea: es imposible pensar en una revolución sin redes sociales y con la existencia de GPS, de los drones y hasta del whatsapp.

4.- La guerra contra el terrorismo ya terminó y la democracia tiene ahora que demostrar su superioridad. ¿Cómo? Para comenzar respetando las condenas que se impusieron en los ochenta y que ya se cumplieron y las que se están por cumplir y no buscar “motivos” para iniciar nuevos juicios; como es el caso de Osmán Morote. Y lo más importante, no es estigmatizar a quienes fueron condenados por terrorismo y señalarlos y perseguirlos para que no trabajen y permitírsele opinar políticamente, si algún medio así lo considera, e incluso no prohibirles participar de alguna campaña electoral.

5.- Se supone que es obvio y lógico que el  Estado tiene ya montado un equipo anti terrorista que debería ser capaz de detectar si alguien que ha cumplido sentencia busca volver a participar en una aventura terrorista. Se supone

6.- Hay quienes por razones políticas coyunturales ven a Sendero o al MOVADEF detrás del movimiento anti minero, de la de la minería informal, de la producción de coca, del contrabando y de todo lo que sea políticamente incómodo. Y no se toma en cuenta que los problemas de hoy no son los de hace 35 años y que la presencia del Estado ahora sí cubre el territorio nacional.

Lo que no puede repetirse es continuar tomando medidas absurdas: el año pasado la Universidad de Huamanga fue intervenida porque se dijo habían problemas que eran promovidos por el MOVADEF. No era cierto pero eso no ocurrió ni en los años 80 cuando se inició todo y cuando dicha Universidad era señalada como la cuna de Sendero. Y la historia demuestra que fue una decisión inteligente y políticamente correcta no intervenir la Universidad.

7.- Finalmente, habría que revisar el tema del narcoterrorismo. Más de uno de los dirigentes cocaleros  afirman que la columna de José, y sus mochileros, le dan seguridad a la salida de un quince a un veinte por ciento de toda la Pasta Básica que se produce en el VRAE. Nada más. Si el cálculo es correcto entonces José y su columna no tiene, en la cadena del narcotráfico, la importancia que el gobierno, los políticos y algunos analistas le otorgan.

De otro lado, desde fines de la década pasada, los análisis de la inteligencia militar conocidos, sostienen que la columna de José se financia no solo con los cobros que realizan para resguardar la salida de la droga sino también con los cupos que pagan los taladores de madera que proliferan en la zona norte del Valle, de Pangoa para arriba y con los cobros (cupos) que le pagan las empresas que trabajan en el oleoducto.


Opinión Personal.-

Tengo 35 años trabajando el tema de la subversión y del terrorismo,

Mi opinión es que Sendero Luminoso, el MOVADEF y el MRTA, son parte de una historia que no queremos cerrar porque nos resistimos a dar la vuelta a una página que, por desgracia, tiene muchas facturas políticas y sociales extendidas; pero sobre este tema me referiré en otra oportunidad.


Lima, mayo 2015

NYTIMES. AMÉRICA LATINA. Los mineros ilegales destruyen una reserva natural en Perú


Un grupo de militares y guardaparques intenta proteger de la explotación minera ilegal a la reserva peruana Tambopata, uno de los lugares con mayor diversidad biológica del planeta. Algunos expertos dicen que es demasiado tarde.
   

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 FRONTERA DE LA RESERVA DE TAMBOPATA, Perú — La redada comenzó al amanecer. En cuatro botes pequeños de madera, mientras revisaban una y otra vez sus armas automáticas, los guardaparques y marinos peruanos se dirigieron sigilosamente hacia los mineros que extraen oro de manera ilegal.
No llegaron muy lejos. Después de la primera curva había un  campamento  desordenado de mineros: unas lonas sobre tres postes. De pronto los marinos estaban disparando al aire, los mineros y sus familias huían, y los guardaparques avanzaban con sus machetes.
Rompieron bolsas de arroz y barriles de plástico con agua potable, patearon los juguetes y rompieron las herramientas antes de quemarlo todo. En lo más alto de la selva amazónica, una región que es el hogar de árboles de más de 1000 años, las gruesas columnas de humo negro se elevaban en espiral hacia las nubes.
Para intentar proteger uno de los lugares con mayor diversidad biológica de la Tierra de un ejército de mineros ilegales que ha labrado un camino tóxico a través de la selva, el gobierno peruano monta puestos de control y organiza redadas a lo largo del río Malinowski en la Reserva Nacional Tambopata.
Sin embargo, hay expertos que se preguntan si no es muy poco lo que hacen y si es demasiado tarde.
Para llegar a la región donde el gobierno peruano intenta combatir la minería ilegal, caminé nueve horas y media por la jungla, a veces con el agua hasta las axilas. Pero toda sensación de estar en la naturaleza prístina se acabó al llegar a la orilla del río.
Los mineros han causado tanto daño que el agua tiene el color del café con leche. El paisaje era digno de la película Mad Max: enormes cráteres de arena, montículos de piedras y canales envenenados por todas partes. Basura (harapos, bolsas de plástico, recipientes para comida) entre las ramas recién cortadas que estaban apiladas en los recovecos y las riberas del río.
Con el precio del oro en alza desde hace años, la minería ilegal se ha incrementado en muchos lugares de América Latina, no solo en Perú. Sin embargo, en este país —uno de los mayores productores mundiales de oro— la situación se ha complicado bastante.
Las cantidades de oro que han extraído los mineros ilegales de Perú son las más cuantiosas de toda América Latina. Y la explotación aumenta tan rápido que los ambientalistas creen que existen pocas posibilidades de preservación, incluso en una reserva tan apartada como esta que es el hogar de miles de especies de plantas y animales, muchas de las cuales no han sido identificadas por el hombre.
Para los expertos, la minería ilegal puede llegar a ser aún más destructiva que la minería corporativa. Mientras que las empresas suelen concentrarse en áreas con vetas subterráneas de oro, dicen, los mineros se movilizan rápidamente a lo largo de vastas porciones del territorio. Arrasan con la selva para colar cerca de 200 toneladas de tierra y encontrar suficientes pepitas de oro para un solo anillo de matrimonio.
Si la ayuda no llega pronto, los expertos aseguran que las áreas que dejan a su paso, sin nada de tierra fértil y llenas de mercurio, podrían tardar 500 años en recuperarse.
El gobierno peruano diseñó la comunidad de San Jacinto, ubicada en la región de Madre de Dios, para practicar la minería legal de oro, pero muchas personas siguen esperando la aprobación formal de los entes estatales. CreditTomás Munita para The New York Times
Los mineros usan tanto mercurio para procesar el oro que, en mayo, el gobierno declaró una emergencia sanitaria en gran parte de la región de Madre de Dios. Las pruebas aplicadas en 97 pueblos demostraron que más del 40 por ciento de la gente había absorbido niveles peligrosos de ese metal pesado. El envenenamiento por mercurio afecta a las personas de diversas maneras, desde dolores crónicos de cabeza hasta daño renal, pero es más perjudicial para los niños, quienes tienen más posibilidades de sufrir un daño cerebral permanente.
“Las siguientes generaciones pagarán por lo que estamos haciendo ahora”, dijo Manuel Pulgar Vidal, ministro de Ambiente de Perú.
Las estadísticas no especifican la cantidad de personas que se dedican a la minería ilegal pero Víctor Torres Cuzcano, un economista de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, calculó que la minería informal aumentó un 540 por ciento entre 2006 y 2015, mientras que la producción legal, que paga impuestos, cayó 28,5 por ciento.
La deforestación que provoca la minería de oro se aceleró de 2165 hectáreas al año antes de 2008, a 6143 hectáreas anuales después 2008, cuando la crisis financiera global elevó los precios del oro.
Cuando estaba intacta, la reserva de Tambopata era una zona sin caminos, en parte selva y sabana, con un tamaño cercano a Rhode Island. Ahora las fotos satelitales muestran manchas claras en la reserva y hay tanta actividad minera que el río Malinowski —llamado así por el explorador polaco Bronislaw Malinowski— ha desbordado la ribera y se ha vuelto más ancho y menos profundo. En las áreas donde trabajan los mineros, dicen los guardaparques, el agua está tan contaminada que ya no hay peces.
Algunos defensores del medioambiente dicen que la reserva está perdida. Los primeros indicadores sugieren que tiene mucho oro, en especial si se le compara con otras partes de este remoto estado, como el área reservada oficialmente para la minería informal y la “zona colchón” que rodea la reserva Tambopata.
“En el corredor minero oficial se obtienen entre 12 y 18 gramos al día”, dice Víctor Hugo Macedo, quien supervisa la reserva. “En la zona colchón entre 60 y 80 gramos, y en la reserva se obtienen entre 150 y 200. A los mineros les preocupa más eso que lo que sucede en Tambopata”.
El gobierno ha intentado implementar distintas políticas para frenar la minería ilegal, dijo Pulgar Vidal, como los controles sobre la cantidad de combustible que llega a la región. Sin embargo, reconoció que esas medidas no habían sido exitosas. Las autoridades tributarias de Perú estiman que, solo entre febrero y octubre de 2014, se han contrabandeado fuera del país más de mil millones de dólares en oro.
Los funcionarios dicen que la corrupción y el crimen organizado impulsan la minería ilegal, y muchos de los campamentos son, en esencia, comunidades sin ley donde florece la esclavitud laboral y el tráfico sexual.
.era que la presencia constante de marinos armados y las redadas persuadan a los mineros para que abandonen la reserva, pero los críticos son escépticos. Algunos sugieren que el gobierno no está interesado realmente en detener a los mineros ilegales.
Algunos políticos peruanos argumentan que los mineros, muchos de los cuales pertenecen a comunidades indígenas, tienen derecho a ganarse la vida, una postura que ha obtenido adeptos en un país donde millones viven debajo de la línea de la pobreza.
De cerca, las redadas parecen destinadas al fracaso. Los marinos y guardabosques son inferiores en número y no cuentan con los recursos necesarios. Incluso llegar a sus puestos es un reto. Los mineros controlan las mejores rutas, lo que las vuelve demasiado peligrosas, incluso para los soldados armados. Así que en un día lluvioso caminamos por un sendero angosto desde que amaneció hasta la tarde, pero cuando se inundó en varios tramos, los soldados ni siquiera tenían radios para pedir ayuda.
Todos caminábamos con cuidado por el agua llena de desechos cuando, de pronto, la selva se convirtió en un lago turbio. Con el peso de las mochilas llenas de agua, los soldados llevaban sus armas sobre la cabeza y evitaban hundirse, pero no siempre lo lograban.
El fiscal que los acompaña en las redadas se había adelantado en una moto. Pero eso es un lujo. Los guardaparques solo tienen cuatro motocicletas para cerca de 100 hombres distribuidos en dos puestos de avanzada a lo largo del río.
Los botes utilizados en las redadas no son más veloces que los de los mineros, y sus motores suelen ahogarse. Aunque todavía no había violencia, una sensación de amenaza flotaba en el aire. A veces los mineros estaban en las orillas del río, abrazando sus armas, mientras los marinos y los guardabosques pasaban navegando.

Un marino llamado Carlos Moscoso Garcés dijo que solo era cuestión de tiempo para que comenzaran los problemas. Los mineros no le dan demasiada importancia a las redadas ocasionales, pero ¿qué pasará cuando aumenten los costos para remplazar el equipo de minería destruido? “Entonces”, aseguró el militar, “quién sabe qué van a hacer”.
En un pequeño campamento, una mujer le suplicó a los soldados que no destruyeran su hogar. Les dijo que solo era una madre soltera que quería ganarse la vida, así que separaron algo de su comida antes de incendiar todo lo demás. A kilómetros de la autopista más cercana y sin instalaciones para albergar prisioneros, la logística impide que se hagan arrestos. A menudo las personas no tienen identificación y son liberadas después de recibir una llamada de atención.
Los marinos son realistas. Cuando pasaron por un gigantesco campamento lleno de antenas parabólicas y postes de viviendas en construcción, siguieron navegando en busca de un objetivo más manejable.
Para el final del día, las redadas habían destruido dos docenas de asentamientos y 15 grúas mineras, e invadieron campamentos mineros mucho mejor equipados que los suyos. A lo largo del camino, los soldados también se “sirvieron”: se llevaron un refrigerador, una antena parabólica, una videograbadora, un televisor, un balón de fútbol, un cachorro y un lechón para la cena.
Por la noche, escuchamos el ruido de las grúas que volvían a funcionar.


LA LEPRA EN LA POLITICA, POR JORGE ZAVALETA ALEGRE

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La lepra es una antigua enfermedad endémica de los pobres, de la miseria. Los niños están especialmente expuestos. Y es también sinónimo de corruptela institucionalizada en la administración privada y pública de las repúblicas latinoamericanas. San Pablo, es un pequeñísimo pueblo, con una sola callecita asfaltada, al final de la cual se ubicaba el hospital para leprosos. Las monjas que manejaban el lugar fueron muy amables.

LEPROSOLIO SAN PABLO.
El Che Guevara, en 1952, en su recorrido juvenil por las comarcas de la Región visitó el Leprosorio de San Pablo, en la margen derecha del Amazonas en Loreto, parte del trapecio de la Leticia colombiana y del pueblo Benjamín Constant del Brasil.
En la década de los ochenta el médico y parlamentario Antonio Mesa Cuadra, dedicó sus esfuerzos para exigir al Estadorespuestas efectivas contra la lepra. Trasladó desde San Pablo al hemiciclo del Legislativo, en la Plaza Bolívar de Lima, a un grupo de pacientes del leprosorio, y la opinión pública pudo conocer la dimensión de la lepra, por boca de los mismos pacientes que vivían confinados a la muerte en un remoto lugar de la selva, según crónicas logré publicar en 1982, en Marka, diario que en ese tiempo mantenía una circulación de más de 100 mil ejemplares.
Ahora en el 2016, renace un líder político, Pedro Pablo Kucynski, quien en memoria a su padre, el fundador delLeprosorio de San Pablo, se compromete impulsar respuestas para acabar eliminar la lepra a los pacientes que aún quedan en ese lejano hospital, y también la amnesia, la ceguera o anomia de quienes incumplen funciones públicas que la ciudadanía exige.
Perú. Escuelas de Amazonia.
Ninguna enfermedad deforma tanto al ser humano como la lepra. La Biblia ya la mencionaba, y según estimaciones de laOrganización Mundial de la Salud – OMS, todavía padecen esta enfermedad unos 15 millones de personas en el Sudeste asiático (especialmente India), África, Centroamérica y Sudamérica.
Anualmente hay alrededor de 400 mil nuevas infecciones causadas por la Mycobocterium leprae. Tras una fase“asintomática” de cuatro a diez años (período de incubación), produce mutilación y “caquexia” crónica. Para que el bacilo de la lepra se contagie, es necesario un contacto constante y estrecho.
La lepromatosa o cutánea y la tuberculoide o neuronal aún existen en el siglo XXI. La primera con úlceras en la nariz y la frente, pérdida de cabello y formación de cicatrices hasta que la cara se vuelve irreconocible, que imposibilita distinguir edad y sexo de la persona.
La ausencia de conocimientos para conocer el origen de la esta enfermedad ha sido atribuido por creyentes del cristianismo como consecuencia del pecado. La lepra penetró en el área mediterránea ya en la Antigüedad y en el siglo IV llegó al Centro de Europa. La causa fue la creciente decadencia de la antigua cultura del baño. Mientras que la Roma pagana era conocida por sus termas, muchos cristianos consideraban pecado el contacto y lavado del cuerpo.
Actualmente existe un sanatorio en Eontilles, cerca de la Costa Blanca española, que acoge a decenas de pacientes, señalan fuentes médicas de la OIT-OMS.

La Iglesia Católica asiste a enfermos en 611 leprosorios en el mundo, estima la Agencia Fides hasta el 22 Febrero 2016. En muchos países todavía es grave la discriminación hacia estos enfermos, porque muchos creen que no se puede curar y por las tremendas mutilaciones que provoca.
PPK flauta.
REFLEXIONES DE UN GOBERNANTE
El presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, ha revelado que al conocer los resultados de la Oficina Nacional de los Procesos Electorales pensó en sus padres. De su madre Madeleine Godard, heredó su aprecio por la música y de su padre, Maxime Kuczynski, el ejemplo de un médico con compromiso social. Fue la vocación de este último lo que, de alguna manera, marcó el destino de quien es el presidente del Perú desde el 2016 hasta 2021, año del Bicentenario de la Independencia Nacional.

Máxime Kuczynski, hombre de ciencias, nació en Berlín el 2 de febrero de 1890, con el nombre de Max Hanz, en una familia de origen judío polaca: “Mi papá era un intelectual, un tipo muy bien preparado. Sacó su doctorado en fisiología a los 22 años, en la Universidad de Berlín (en 1912). Luego, participó en la Primera Guerra Mundial como Mayor o Capitán del ejército alemán, en cuestiones médicas sobre todo.”
Máxime Kuczynski llegó al Perú en 1936 y falleció en Lima en 1967, invitado por su amigo el doctor Carlos Enrique Paz-Soldán, quien le dice que en el Perú hay mucho por hacer. Pronto empieza a trabajar en el Instituto de Medicina Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y empieza a firmar por primera vez como Máxime Kuczynski.
En 1938 se traslada a la Amazonía peruana donde dirige la “Supervisión Sanitaria del Nor-Oriente Peruano” del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, con sede en Iquitos.
“En Iquitos, todo el mundo le habló de la lepra y se fue entonces al leprosorio de San Pablo, que queda a tres días en peque-peque (un pequeño bote de motor) de Iquitos o a tres horas en helicóptero”, relata sobre esta época PPK.

De acuerdo con los informes oficiales recibidos de 121 países de todas las regiones de la OMS, excepto Europa, la prevalencia mundial de la lepra a finales de 2014 era de 175 554 casos (0,24 casos por 10 000). A lo largo de los últimos 20 años se ha tratado a más de 16 millones de enfermos de lepra. La tasa de prevalencia de la enfermedad ha disminuido un 99%.
RESUMEN
En el Perú, se sitúa al Perú, en la fase oficialmente considerada de “eliminación” de la lepra como problema de salud pública. Se señala que el descuido de la vigilancia sanitaria, la desarticulación de los organismos de control especializado, el olvido de parte del personal médico sanitario de su diagnóstico precoz, la presencia de casos lepromatosos bacilíferos no diagnosticados en la capital de la república y la indudable prevalencia escondida, permiten concluir que existe el peligro para el país y la región que se reproduzca una recrudecimiento de la lepra, si no se toman las medidas sanitarias pertinentes y oportunas.



En 1906 se ordena la construcción de un asilo para leprosos en la isla Padre, frente a Iquitos. Mientras tanto, Hugo Pesce, en Andahuaylas, detecta los primeros casos de lepra andina y crea, el año 1937, el servicio antileproso de Apurímac. Y en 1941 se reconstruye el Asilo de San Pablo como colonia agrícola, y el 1 de enero de 1944, Hugo Pesce crea la Campaña Nacional Antileprosa. El Servicio Nacional Antileproso, creado por Hugo Pesce, con suJefatura, el Departamento de Lepra, fue disuelto el 14 de enero de 1963.
COMENTARIOS FINALES
La lepra en el Perú ha sido siempre una endemia regional; aunque, oficialmente, se encuentran en la actualidad, por debajo del riesgo epidemiológico establecido, lamentablemente ofrecen una prevalencia oculta con la presencia de casos no detectados en ciudades como Loreto, Ucayali, Huánuco, San Martín y Amazonas, todas en regiones amazónicas colindantes conBrasil; así también, como en otras de regiones andinas como Cajamarca (Jaén) y Ayacucho donde se han detectado pacientes no diagnosticados, ubicados por búsqueda de organismos no gubernamentales que colaboran en la eliminación de la lepra en el Perú.
FUENTES CONSULTADAS
1. Organización Mundial de la Salud. Guía para la eliminación de la lepra como problema de salud pública .
Ginebra: OMS; 1995.
2. World Health Organization. Global leprosy situation, 2010 . Wkly Epidemiol Rec. 2010 Aug 27;85(35):337-48.
3. Noordeen S. The epidemiology of leprosy. In: Hastings RC (ed). Leprosy. 2nd ed. Edinburgh: Churchill Livingstone; 1994. p. 68.
4. Durrheim DN, Spearre R. Global leprosy elimination: time to change more than elimination target date .
J Epidemiol Community Health. 2003 May;57(5):316-7. [
5. Perú, Ministerio de Salud. Norma Técnica de Salud para la Eliminación de la Lepra . N.T.S N°039 MINSA/ DGSP-V.01 2005. Lima: MINSA; 2005.
6. http://www.lavoz.com.ar/noticias/mundo/diarios-motocicleta-pelicula-que-reflejo-viaje-granado-che


ACERCA DEL AUTOR

JORGE ZAVALETA



Jorge Zavaleta Alegre, es Periodista, Licenciado en Ciencias Sociales y Filosofía. Co-fundador de Gestión, primer diario de economía y negocios del Perú. Oficial de prensa del BID, autor de cinco libros sobre America Latina y ahora, Corresponsal del Diario16 de Madrid, desde Washington.