Papel de Arbol

martes, 8 de marzo de 2016

GRANDES MEDIOS GANAN GUERRA IDEOLÓGICA PERMANENTE, según MAPOCHOPRESS

Entrevista al semiólogo mexicano Fernando Buen Abad:
Los medios organizados de derecha se convirtieron en arma de guerra ideológica y comenzaron a operar como aparatos golpistas”
Por Beatriz Chisleanschi* / La Nave de la Comunicación / 08-03-2016
Buen Abad tiene la simpleza y claridad de los que mucho saben y con esa cadencia característica de los mexicanos expuso sin esconder nada, su pensamiento en torno a la comunicación dominante en nuestro continente y en el mundo y la que deberían construir las fuerzas progresistas, populares o revolucionarias.

Asesor de líderes como Manuel Zelaya, Hugo Chávez o Evo Morales, por nombrar algunos, el semiólogo e investigador hace tiempo que batalla en torno a la urgencia de conformar un Frente Latinoamericano de la Comunicación Emancipadora.

La vigencia del Informe Mac Bride
¿Por qué un Frente Latinoamericano de la Comunicación Emancipadora?
Si bien la problemática comunicacional no puede acotarse a América Latina, esta propuesta del Frente Latinoamericano tiene que ver con la unidad de las lenguas. Se supone que hablamos en los mismos códigos y en los mismos subsistemas semánticos y que el  conjunto de características y problemas son más o menos los mismos.  Este análisis tiene un documento madre que me parece muy importante estudiarlo, discutirlo y analizarlo que es el Informe Mac Bride.  Era el año 1980 cuando un grupo importante de discusión se planteó el problema de la comunicación a nivel planetario y entonces ya había tres o cuatro advertencias tan vigentes hoy como el primer día que se plantean:
1)      Que el proceso acelerado de concentración de medios iba a tener consecuencias muy serias para la democracia.
2)      Que iban a ser destructores, especialmente de la pluralidad.
3)      Que ante un solo mundo debían elevarse Voces Múltiples lo que exigía la creación de un Nuevo Orden Mundial de la Comunicación.

¿Qué pasó con la concreción de ese Informe que fue ampliamente consensuado?
Tomando entonces ese documento y algunas experiencias que se dieron en América Latina,   pudimos ver que las fuerzas progresistas, las fuerzas revolucionarias del continente necesitaban también habilitarse con herramientas de comunicación.  Y cada cual en sus distintos frentes y niveles entendió y entiende que su lucha incluye la lucha comunicacional.  El problema que  surge de todo este paisaje es que no se ha logrado una imbricación concreta y real de todas esas experiencias, no hemos podido ni siquiera sistematizarlas en términos de poder leer qué pasó con cada una y qué contribuciones hizo. Y esto no lo digo con ánimo de descalificación a los esfuerzos que se han hecho, pero lo que es verdad es que en el territorio político presentamos una debilidad muy grande.

La necesidad de crear una Plataforma Continental Comunicacional y la Nueva Operación Cóndor Mediática
Fernando Buen Abad es también director de cine, licenciado en ciencias de la comunicación, miembro del Centro de Estudios Socialistas Carlos Marx y del Comité Científico de la Asociación Mundial de Semiótica, entre otras.

Para Abad los acontecimientos políticos que se dieron en el continente luego del “Caracazo”, donde surgieron gobiernos progresistas de la mano de líderes como Hugo Chávez, Lula da Silva, Evo Morales, Néstor Kirchner, Rafael Correa y por supuesto la presencia de Fidel Castro, deberían haber creado, “y aún tenemos esa posibilidad”, una Plataforma Continental en materia de Comunicación.

¿Cuál sería el rol de esa Plataforma?
Los medios organizados de derecha se convirtieron en un arma de guerra ideológica y comenzaron a operar como aparatos golpistas. Entonces he venido proponiendo una cumbre de presidentes en materia de comunicación para discutir de manera regional un problema que no se puede resolver de manera local.  Es lo que insisto en caracterizar como la nueva Operación Cóndor Mediática que aprovecha las novedades en el escenario de lucha.  Tienen mayor velocidad y mayor ubicuidad y entonces poseen el control territorial. Estamos ante una nueva ofensiva mucho más brutal, acelerada y descarnada en materia de comunicación donde con total desparpajo van y cierran canales, prohíben señales o echan gente, no sólo en la Argentina, es un problema de toda la región.

¿Y entonces?
A la luz de esta mirada nos queda solamente la fuerza de las bases que de una manera u otra han venido organizándose pero que desarticuladas se vuelven muy frágiles. Entonces la respuesta a esta lógica debería ser, unámonos que es la deuda que nos tenemos en los frentes progresistas, en los frentes de izquierda.  Debemos  pasar a una organización.  Tenemos puntos de coincidencia acerca de donde está el mal, quien es el enemigo, de dónde parten todas las ofensivas.  Sabemos que hay laboratorios de guerra psicológica trabajando que se disfrazan de agencia de publicidad, que hay dos en España, dos en Italia, otras en Miami; sabemos que se llaman JJ Rendón, Durán Barba, tenemos muy caracterizada la operación y sin embargo no logramos articularnos ante eso. Nos merecemos una linda autocrítica científica para evaluar lo que no hicimos y lo que tenemos que hacer.

Conformar un marco jurídico-político comunicacional continental
La mayoría de los líderes latinoamericanos que nombró recién llegaron al poder a pesar de los medios concentrados y las experiencias de comunicación propia o revolucionaria nacieron después. ¿Cuál sería entonces la incidencia de estas experiencias? 
Es relativamente cierto que los medios nacieron después de los gobiernos, pero también es relativamente cierto que muchas otras nacieron antes y que abonaron, enriquecieron y fertilizaron el caldo de cultivo y por eso hubo una emergencia muy rápida al calor del lenguaje que se pusieron en sintonía.  Había en Venezuela, desde el Caracazo, barrios donde se estaba haciendo trabajo de resistencia desde la comunicación y que cuando asume Chávez (Hugo) se ponen a trabajar juntos.  Hay muchos casos así en América Latina.  De todas maneras el resultado es pobre, pues a sabiendas que tenemos todos esos recursos no se logró crear una gran potente corriente que permitiera consolidar esta plataforma de frente  de lucha.

¿Qué problemas observa a la hora de conformar esta Plataforma?
En principio si queremos medios independientes, tenemos que preguntarnos ¿independientes de quién o de qué? porque en algunos casos parecería que nos vuelve dependientes de los estados, así sean estados progresistas.  Hay que garantizar las condiciones para que los compañeros puedan crecer en esos medios independientes ver con qué políticas.

Otro problema es el de la dependencia tecnológica  que es muy seria porque el día que nos corten el chorro de la tecnología nos quedamos mudos.
También hay un problema muy importante que es el de la formación. Nosotros tenemos, según la Felafac (Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación), 1.000 escuelas más o menos en todo el continente.  ¿Qué pasa con la teoría y la epistemología de la comunicación? ¿Qué es lo que nos enseñan? ¿Cuántos de los compañeros que están hoy conceptuando una batalla comunicacional profunda vienen inyectados con un santoral de escuelas de pensamiento que entre otras cosas han ignorado la historia misma de la lucha comunicacional del continente? Necesitamos una nueva epistemología en clave de lucha.

¿Qué papel jugarían en esta propuesta las leyes de comunicación que se sancionaron en algunos países?
Precisamente, el otro  gran problema es que no hemos creado una Plataforma Política- Jurídica Continental, cosa que nos urge porque entre otras cosas hay que someter a regulación jurídico política el problema del linchamiento mediático de los líderes que son victimados por una alianza comunicacional de la derecha que obra con total impunidad.

Debemos armar nuestros propios guiones y crear nuestro vocabulario
En oportunidades anteriores ha manifestado una preocupación especial vinculada a la batalla semántica…
Efectivamente, hay una batalla semántica que dar.  Se trata de denominar al mundo con nuestras claves de pensamiento, con nuestra movilización de ideas revolucionarias, con la imaginación puesta en la ruta de cambiarle el nombre a esto que nos han puesto. Si denominamos el mundo con el vocabulario de ellos, le estamos haciendo un favor inmenso. La construcción de nuestra agenda debe tener una expresión concreta. Invito a todos a preguntarnos ¿dónde están nuestros guionistas que están escribiendo nuestros programas de radio de medios alternativos, que están diseñando documentales o haciendo cine o televisión, o que escriben los noticieros nuestros?, y ver si el vocabulario que estamos usando está a la altura de las batallas que estamos librando.

A la hora de armar nuestros propios guiones ¿Cuánto juega la apropiación que el sistema capitalista ha hecho de la plusvalía en el plano simbólico y de las ideas?
Creo que se trata de una lucha también en el campo de la semiótica. La guerra simbólica es una de las fases de todas las guerras que ha tenido grandes triunfos porque nos han convencido precisamente de que no existe, cuando lo que es verdad es que sí está. Está toda esta superestructura simbólica que nos permite ver que ahí hay un rendimiento, esa plusvalía simbólica de la que hablabas.  El rendimiento además tiene objetivos y ahí está la parte más dura sobre la que hay que trabajar a fondo, ahí requerimos una semiótica para la emancipación.

¿Cómo ve este paisaje a futuro?
Si logramos se capaces de contar con un cuerpo político que nos permita profundizar respecto a qué hacemos nosotros en materia de comunicación, entonces podríamos hacer un trabajo eficaz, movilizador, organizador y multiplicador.

*) Beatriz Chisleanschi, lic. en ciencias de la educación, periodista, editora de La Nave de la Comunicación
Fuente:
La Nave de la Comunicación: http://nos-comunicamos.com.ar/node/5675

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Los Fondos Buitres vuelven con Macri

http://www.elmercuriodigital.net/2016/02/doe-run-el-ciervo-que-corre.html#.Vt-m8eJ97cc
http://www.economiacritica.com/2016/03/07/evasion-y-elusion-fiscal-hacen-de-america-latina-la-region-mas-desigual-del-mundo/
América Latina sigue siendo la región más desigual del mundo con un índice Gini de 0.52, las grandes brechas de desigualdad en el ingreso y la redistribución de la riqueza aún están presentes en nuestra región.

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En los últimos meses la mayoría de los argentinos son testigos de un giro de 180 grados en el rumbo político y económico de su país. De encabezar una lucha mundial contra los flujos financieros ilícitos y la economía pirata de los fondos buitres que los llevó a tener una victoria ante la Asamblea de Naciones Unidas que condenó a Elliot Managament, ahora con Macri están sentados en la mesa con los buitres, renegociando el pago total de una deuda que ya se había reconocido como ilegítima.
Y no sólo eso, también en la cancha social se ven nuevas jugadas anti populares por parte del nuevo gobierno. Las últimas noticias hablan del despido de casi cien mil trabajadores, entre públicos y privados, con la aplicación de las medidas económicas neoliberales de Macri.
Ello ha traído a la Argentina un clima de convulsión social que se vive en todos sus rincones. Tanto así que varias organizaciones de la sociedad civil están denunciando una fuerte represión hacia cualquier manifestación de rechazo de las medidas impuestas.
Como señalan muchos analistas argentinos desde diversos espacios, las próximas semanas serán decisivas para el futuro de nación, más aun cuando el gobierno está buscando desesperadamente pagarle a los fondos buitre endeudando nuevamente al país. El pretexto es reactivar la economía argentina, pero lo que esconde es la alianza entre buitres y los que ganaron las elecciones el año pasado.
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Jessica Portocarrero *
Según Oxfam, entre 2002 y 2015, las fortunas de los multimillonarios de América Latina crecieron en promedio 21% anual, este crecimiento fue seis veces superior al  que experimentó el PIB de la región.

La salida de los  flujos financieros ilícitos y la fuga de capitales productos de la evasión y elusión  de impuestos, así como los privilegios tributarios de los que se sirven las empresas transnacionales para pagar menos impuesto, son los principales desafíos que enfrenta la región, ya que estas malas prácticas han venido erosionado la base impositiva de los países, además de atentar contra los recursos tributarios que son necesarios para garantizar el desarrollo de  América Latina.

Según la CEPAL, la región pierde anualmente 320,000 millones de dólares producto de la  evasión y la elusión fiscal, lo que representa el 6,7 % del PIB, cifra mayor a la inversión extranjera directa (137, 251.2  millones de dólares en 2014[1]).

La evasión fiscal deriva principalmente de operaciones empleadas por las empresas transnacionales a fin de pagar menos impuestos a través de mecanismos como la manipulación de precios de transferencias, la planificación fiscal, es decir el traslado artificial de sus utilidades a jurisdicciones de baja o nula tributación, con el fin de reducir la carga impositiva en aquellos países donde se genera el valor agregado (maniobras lícitas para sacar provechos de normativas imperfectas), pero también de los incentivos tributarios que se generan hacia algunos sectores en busca de atraer mayor inversión.

La evasión fiscal deriva principalmente de operaciones empleadas por las empresas transnacionales a fin de pagar menos impuestos a través de mecanismos como la manipulación de precios de transferencias, la planificación fiscal, es decir el traslado artificial de sus utilidades a jurisdicciones de baja o nula tributación, con el fin de reducir la carga impositiva en aquellos países donde se genera el valor agregado (maniobras lícitas para sacar provechos de normativas imperfectas), pero también de los incentivos tributarios que se generan hacia algunos sectores en busca de atraer mayor inversión.
El último reporte de la CEPAL sobre evasión tributaria en América Latina[2] señala que durante el 2005 y 2007 la pérdida estimada de ingresos tributarios en los países de América Latina por manipulación de precios en operaciones comerciales con empresas de EEUU y de la Unión Europea superó los 31,000 millones de dólares y entre los países con mayores pérdidas fiscales acumuladas para este mismo periodo sobresalen México  ($19, 941 millones) y Brasil ($6,448 millones) ambos representan el 84.3%  del total de la región.

En cuanto a las  tasas de evasión en el Impuesto al Valor Agregado IVA, los países de la región mostraron una tendencia decreciente entre el 2003 y 2007, sin embargo en el 2010, posterior a la crisis financiera internacional, países como El Salvador, Colombia, México y Chile presentaron incrementos en  su tasa de evasión en el 2010. En el 2012  México, Colombia y especialmente Uruguay (quien presento la menor tasa de evasión en la región con un 13,4%) mostraron mejoras en términos de niveles de evasión, siendo el caso contrario para Chile, que experimentó incrementos en su tasa de evasión llegando a 24.8% en el 2012, con una leve reducción en el 2014. En el caso de los países de Centroamérica, como Costa Rica y Guatemala, estos mostraron incumplimientos en el IVA de 30% y 40% respectivamente.


Está claro que la evasión tributaria sigue siendo una de las principales debilidades del  actual sistema tributario de la región, el cual proporciona a las empresas trasnacionales y a las grandes fortunas oportunidades para que eviten pagar los impuestos que deben de pagar. La pérdida de estos recursos se traduce en pérdida de oportunidades para el crecimiento de nuestras economías y el estancamiento de un crecimiento sostenido e inclusivo en la región por lo cual es esencial que los gobiernos trabajen en la implementación de un sistema tributario más progresista y justo para todos.

 [1]Anuario estadístico de América Latina y el caribe.
  
[2]Evasión tributaria en América Latina.
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“Inútil es decir que te he olvidado”: las crónicas del “Chema” Salcedo


Por Jorge Zavaleta Balarezo
Conozco a José María “Chema” Salcedo hace exactamente veinte años. Sí, fue en 1996 cuando tuvimos nuestra primera conversación en su oficina, en San Isidro. Desde entonces, estas charlas y encuentros se han multiplicado, hemos compartido mucho sobre cine, él que es un hombre de cine, actor y director, y yo que, aunque lo soy, nunca me presento como crítico.
La pluma ágil, fresca, veraz del “Chema” está de retorno en “Inútil es decir que te he olvidado”, que según él me cuenta, fue el título de un vals muy popular de Lucha Reyes, símbolo de la música criolla, con letra del poeta Juan Gonzalo Rose y arreglos de Víctor Merino.
A diferencia de su anterior libro de relatos, “Ruidos”, el que comentamos ahora parte de una definición sustancial por parte del autor: se trata de recuerdos, a veces confusos, de cosas que vivió o creyó haber vivido y de situaciones insólitas que van más allá de su propio entendimiento.

Autor de obras polémicas como “Las tumbas de Uchuraccay”  y “El libro de las sospechas”, el “Chema” Salcedo mantiene un estilo puntilloso en los detalles, a veces tocado por el humor, otras por lo increíble de la situación. Y conserva, en su mirada personal, un escepticismo sobre nuestro país, al que vino muy pequeño, a los cuatro años, y que conoce bien en sus carencias, en sus riquezas y también en otras facetas culturales. Por este libro es que nos enteramos que José María fue presidente de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica (FEPUC), en 1969, cargo que lo llevaría a la militancia política.

El núcleo de “Inútil es decir que te he olvidado” está constituido por historias que pueden sonar extrañas o simplemente increíbles. El criterio de verosimilitud no puede aplicarse al cien por ciento. Y es que el “Chema” es, ante todo, un inteligente escritor que, como todos en este gremio, jugamos al juego de la realidad y la ficción y de entremezclarlas. Hemingway, García Márquez, Vargas Llosa, Italo Calvino hacen lo propio en sus libros, solo nos ofrecen un bocado y ya estamos atrapados en la obra.

En este libro ameno y curioso, José María  cuenta dieciocho historias, algunas referidas a su padre y a su madre, a quienes recuerda con un expresivo  cariño y ello se traduce en el texto. Otras son historias de amores que no se consumaron o ingresaron a un camino confuso. Hay historias de espías, también, como la de Erick Danós donde se advierte la influencia de Graham Greene y John Le Carré, aunque, a diferencia de ellos, el “Chema” Salcedo sabe insuflar humor a estas historias.

Historias que se pierden en la memoria, en los recovecos de la mente, historias que se producen en escenarios como el Museo del Prado, Bruselas, Samarkanda. Recuerdos, ahora tal vez lejanos, de mujeres en situaciones que a veces parecen detectivescas. Un relato sobre Julio Iglesias tiene un trasfondo trágico. Otro sobre un hombre que se parecía a García Márquez también posee este ingrediente, que se subsana con la resolución de la trama.

Dice el “Chema” en su primer relato, “Lágrimas de otoño”: “Y lo dejo ahí, ahí se queda ese recuerdo, antes de que me ponga a discernir qué parte es la del recuerdo propiamente dicho, qué imaginación y qué parte es la de la necesaria estética que este escrito debe tener” (p.11).

Al final, no lo sabemos, las crónicas, los recuerdos, tal vez los más lejanos se reactualizan, reescenificándose. Como decía García Márquez en sus memorias, no es la vida que uno vivió sino como la recuerda. El “Chema” practica un estilo muy visual, atento a los hechos que discurren como parte del relato, y a la frase irónica.

De hecho, esta influencia viene del cine al que sigue no solo como un apasionado sino en la práctica. Autor de las películas “Asháninka”, “Amazónico Soy” y “Aita”, esta última dedicada a su padre y en el contexto de la Guerra Civil española, José María Salcedo siempre tiene y desarrolla proyectos que hace realidad con mucho entusiasmo. En “Inútil es decir que te olvidado” logra consolidar otra obra sugerente. En este libro, breve y lleno de anécdotas, hay lugar para vidas como las del gato Montag o la mamá de Quiroga. Finalmente, imaginación y verdad, en la obra de un periodista que ha trascendido los medios de comunicación masiva y ha logrado componer una obra original, de la cual este libro es, por ahora, la más reciente parada.