Papel de Arbol

jueves, 8 de octubre de 2015

MUROS QUE DIVIDEN LIMA, UNA VISION DE LA PRENSA ESPAÑOLA

Ciertamente no hay una definición unitaria de ciudad como un espacio que cobija de manera solidaria a todos  sus habitantes.

Italo Calvino  intentó una definición en su obra Ciudades Invisibles.

 El muro que existe en Lima entre el barrio  de Las Casuarinas, es un ejemplo  que explica  el valor del espacio físico   según la procedencia del dinero.

 Las residencias  de  los embajadores de varios  países europeos en las Casuarinas han sido vendidas, como una forma de evadir o tomar distancia de propietarios vinculados  acusados de corrupción. 


La movilidad social en el siglo XXI arrastra  no solo el color del dinero sino la lucha silenciosa entre la ética y la simulación del dinero como  elemento perturbador  de los valores en la convivencia  humana,

CIUDADES INVISIBLES
La historia narra de Kublai Kan (Kan es el título de mandatario supremo de los reinos bárbaros del este en la Antigüedad) y de Marco Polo, su mensajero,  y de cómo éste cuenta a su  maestro sobre las ciudades que ha visitado en sus viajes.

En realidad muchas de esas historias están inventadas por el descubridor para agradar a su emperador.

 Las ciudades se reparten en varios tipos, según una clasificación general entre ciudades de la memoria, de la transición, de los signos, del deseo etc.

Todas ellas se parecen y distinguen a la vez. Unas de las ciudades que nos dan una noción de las narraciones de Marco Polo:

Las ciudades y el deseo 1 "Dorotea": el narrador sintió el deseo de las mujeres bellas y de los muchachos a encontrar una pareja por primera vez y de todos los aspectos y objetos que simbolizan y despiertan  esos deseos: los dientes hermosos de las muchachas, amatistas etc.
                             
Las ciudades y la memoria 3: "Zaira" : es la ciudad que guarda en las relaciones entre las medidas de su espacio y los acontecimientos de su pasado, que recuerdan los viejos y  que se guardan en cada calle y esquina de esta.

Las ciudades y el deseo 2 “Anastasia” :Como todas las demás ciudades esta tiene sus características edificatorias y espaciales, que consisten en canales concéntricos y cometas sobrevoladas, mientras que respecto a su aspecto más poblacional (social) se narra de nuevo de las bellas mujeres que invitan al viajero a bañarse en sus piscinas. 

El narrador identifica a “esclavo” el que visita la ciudad porque acaba dependiente de lo que le ofrece esta.

Las ciudades y los signos 1: “Tamara” Es una ciudad que pasa desaparecida, según Marco Polo, porque no se caracteriza por nada más que por sus signos en los distintos sitios: objetos o referencias a modo de “hitos”, como el análisis de Kevin Lynch de 1960. Las tabernas tienen baúles en la entrada, el herborista tiene a una balanza, “la ciudad te dice todo lo que tienes que pensar”.

Las ciudades y la memoria 4: “Zora” – las ciudades y la memoria narran de una ciudad con un itinerario marcado por hitos o puntos y objetos de referencia. En todas esas referencias está inscrita la historia de muchos hechos.

Marco Polo afirma que los hombres más sabios del mundo son los que saben de memoria a Zora. Añade que es una ciudad que rápidamente se olvida.

Las ciudades y los signos. “Zirma” – es  una ciudad de gente absurda, de cosas sin sentido, muy llamativas que se quedan en la memoria de uno y tienen su propia simbología.

Las ciudades y los signos 3:”Zoe”

Dice el narrador que el forastero que visita una ciudad expecta y observa sus pagodas, palacios, su edificación publica,  pero es cierto también que cada hombre ve la realidad distinta y entonces, los hombres llevan en su memoria diferencias.

En Zoe en cada lugar se puede acumularse monedas de oro, desvestirse, reinar etc., en definitiva es una lugar de la existencia indivisible.

Las ciudades sutiles 2:  “Zenobia”

 Es una ciudad levantada sobre pilotes dentro un terreno seco, con balcones y veredas tendidas. Es una ciudad de crecimiento paulatino, sin ningún patrón de ordenanza. 

Marco Polo afirma que cuando se le pregunta a uno la ciudad en que quiere vivir, siempre se acuerda de Zenobia. Es una ciudad que suprime las memorias y deseos de otras ciudades. Zenobia es una ciudad indefinida entre la clasificación de las ciudades felices e infelices, ni tampoco de si borra los deseos, o deja de ser borrada por estaos.

Marco polo decía que algunas ciudades se parecían y que eran compuestos de  elementos cambiados. Entonces aprovechaba para sustituir elementos y a describir repartiéndolas y cambiándolas a la hora de contarlos al Khan.

Las ciudades predisponen al viajante a través de sus espacios y lo hacen buscar más y más sitios distintos, que traerán a sensaciones particulares.

Unas ciudades dejan recuerdos y quedan en la memoria, y  hay otras que  borran la memoria, a través de los deseos que proporcionan y prometen.

Unas se quedan  en la memoria por  sus señales y también sentimientos que inspiran, mientras otras dejan sensaciones desagradables.
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Lima, (EFE). El muro de concreto y púas que separa desde hace cuatro años la pobreza del suburbio de Vista Hermosa y la opulencia del barrio de Las Casuarinas, en Lima, es el espejo de la desigualdad en el reparto de la riqueza que domina en Latinoamérica.

Un informe de la agencia EFE revela que mientras Perú se ha convertido esta semana en la capital económica mundial al acoger la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), las colinas del sur de Lima muestran el lado oculto del desarrollo económico y la lucha por la reducción de la pobreza.

La región de América Latina y el Caribe es, según Oxfam, la más desigual en ingresos en el mundo, ya que en 2014 el 1 % más rico poseía el 41 % de la riqueza regional, mientras que el 99 % restante debía repartirse el 60 %.

En Vista Hermosa, una población en la extrema pobreza ubicada en la parte alta de un cerro en el distrito de San Juan de Miraflores, ha desaparecido el horizonte que sus habitantes contemplaban hace cuatro años cuando invadieron a la zona.

La Lima adinerada que se abría ante sus ojos, y les invitaba a soñar con un futuro mejor, dio la espalda a unas 80 familias cuando construyó un muro de más de tres metros de alto.

"La vista desde acá era bonita, se podía ver toda la ciudad, hasta que los de Las Casuarinas se enteraron que llegamos y construyeron el muro; nos quitaron la vista para que no miremos a su lado, para alejarnos de ellos porque no teníamos su nivel", narró a la agencia EFE uno de sus habitantes, Amadeo Alarcón.

La amenaza de que se propagaran las invasiones fue el principal argumento para levantar la barrera, además del temor a los robos en Las Casuarinas, una de las urbanizaciones residenciales más lujosas de Perú, ubicada en el distrito de Surco.

Los caminos de barro de Vista Hermosa, las casas de madera iluminadas con velas y los techos con huecos, contrastan con las viviendas valoradas entre 2,5 y tres millones de dólares que se levantan a sólo unos kilómetros.

La pobreza del cerro limeño se ha convertido así en un ejemplo de la desigualdad en Latinoamérica, que vivió un auge económico entre 2001 y 2012 pero que no llegó por igual a todos.

En diálogo con la agencia EFE, Amadeo Alarcón, que llegó a Lima en busca de oportunidades desde Cajamarca, en la zona andina del norte de Perú, aseguró que de esa prosperidad "no le llegó ni un solo sol", en alusión a la moneda peruana.

La "dificultad para salir de la pobreza" se traduce, según Alarcón, en el "egoísmo de un gobierno" que en los últimos diez años de bonanza "dio más a los del otro lado del muro".

Otra de las abismales diferencias entre Las Casuarinas y Villa Hermosa, según constató EFE en una visita organizada por Oxfam, es la deficiencia en el acceso a servicios públicos básicos de agua, luz y saneamiento.

"El agua es el más importante, nosotros no tenemos más que un bidón con agua que hacemos que nos alcance para cocinar y lavarnos mientras que, al otro lado, ellos tienen agua hasta para llenar sus piscinas", comentó Alarcón a EFE.

Otra vecina explicó a EFE que un bidón grande de agua, que para una familia de cinco integrantes dura hasta una semana, cuesta 20 soles (6,20 dólares), una fortuna para la pobreza que reina en el lugar.

En Vista Hermosa hablar de riqueza y economía resulta lejano, pues la vida transcurre en medio de criaderos de cerdos, carencias y silos que reemplazan a las alcantarillas.

Al otro lado del muro, la riqueza sigue creciendo, mientras los pobres de Villa Hermosa y toda América Latina mantienen la esperanza de que el muro de la desigualdad algún día desaparezca.

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