Papel de Arbol

sábado, 7 de febrero de 2015

ARGENPRESS.info - Suplemento Cultural # 328‏. Ecología indígena, espiritualidad subversiva. Lienzos de July Balarezo


Ecología indígena, espiritualidad subversiva con lienzos de July Balarezo
Por: Jorge Zavaleta Alegre (Desde Lima, Perú. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

De cómo el fuego llegó al corazón de Juan
Por: Miriam Jeann (Desde Managua, Nicaragua. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Dogmas y paradigmas de la era moderna
Por: Julio Herrera (Desde Montreal, Canadá. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Cine clásico: “¡Ahí, vienen los rusos!” (1966), de Norman Jewison
Por: Jesús Dapena Botero (Desde Vilagarcía de Arousa, España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Para dormir
Por: Gustavo E. Etkin (Desde Bahía de San Salvador, Brasil. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Ecología indígena, espiritualidad subversiva ****
Por: Jorge Zavaleta Alegre (Desde Lima, Perú. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Lilí
Por: Miguel Ábalos (Desde Canelones, Uruguay. Colaboración para ARGENPRESS CULTURAL)

Plástica. Desde Rumania: Nicolae Grigorescu
Por: ARGENPRESS CULTURAL

Música: Desde África, el Soukous
Por: ARGENPRESS CULTURAL

El Panóptico
Por: Macario Coarite Quispe (Desde Bolivia. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

El reencuentro
Por: Jaime Bergamín Leighton (Desde Venezuela. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Futuro
Por: Guillermo Henao (Desde Medellín, Colombia. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

En base a un concepto de belleza los Afrodescendientes vienen imponiendo una conducta racista en contra de los negros venezolanos…
Por: Brunilde Palacios (Desde Caracas, Venezuela. Colaboración para ARGENPRESS CULTURAL)

Teurgia
Por: Daniel de Cullá (Desde Burgos, España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Fantasías
Por: Eliza Óliver (Desde Canelones, Uruguay. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Crítica literaria: El fantasma de Dora Bruder
Por: Reinaldo Spitaletta (Desde Buenos Aires, Argentina. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

No te salves
Por: Mario Bendetti

El baile
Por: Ernesto Martinchuk (especial para ARGENPRESS CULTURAL)

El crimen casi perfecto
Por: Roberto Arlt

papeldearbol@gmail.com
 

CRONICAS DE JZB EN PROYECTO PATRIMONIO DE CHILE

Por Jorge Zavaleta Balarezo*
PhD por la Universidad de Pittsburgh
Crónicas publicadas en Proyecto Patrimonio, de Chile y en algunos medios del Perú
http://www.letras.s5.com/archivozavaleta.htm
La siguiente es una de la decena de cronicas del autor. Haga clinck


Vera Drake: Cruda, real y tensa

Por Jorge Zavaleta Balarezo

La obra cinematográfica del británico Mike Leigh (Salford, 1943), comenzó con Bleak Moments (1971), la cual, al fracasar comercialmente, lo condujo hacia el teatro y la televisión. En Lima hemos visto Secretos y mentiras (1996, Palma de Oro en Cannes y nominada al Oscar), Career girls, sobre dos compañeras universitarias, y la lograda Naked.
Desafortunadamente no han llegado por aquí otros de sus interesantes trabajos como Grandes ambiciones, premiada en Venecia a fines de los años 80; La vida es dulce, comedia dramática urbana; o Topsy-Turvy, un "biopic" acerca de los compositores Gilbert y Sullivan. Antes de Vera Drake realizó Todo o nada, sobre la difícil vida de un taxista y su familia. La ironía, la sátira y la crítica social caracterizan, pues, a sus películas.
Estamos ante un relato tenso, dramático, que roza el hiperrealismo y contiene crudas escenas, las cuales llaman, de inmediato, a una reacción crítica. En el Londres de los años 50, la mujer del título, Vera Drake, es una hacendosa y ejemplar ama de casa que esconde un rasgo que ella nunca creerá motivo de culpa: practica abortos a mujeres desesperadas en una sociedad represiva y puritana.
Esta "ausencia de culpa" en la protagonista (interpretada eficientemente por Imelda Staunton, nominada al Oscar), es un asunto clave en este polémico filme pues, a partir de esa actitud, es que se pueden analizar los diversos grados de censura social propios de una conservadora nación europea que aspiraba a un renacimiento.
Leigh ha puesto especial énfasis en la construcción dramática, eligiendo personajes parcos, grises o desmotivados, como los miembros de la propia familia de Vera -su hija y el prometido de ésta, o su esposo- en contraposición a otros que quieren hallarle un sentido más optimista a la vida (su hijo o la cuñada de su esposo) pero igual resultan golpeados por la tragedia familiar que es el descubrimiento de la actividad ilícita de la protagonista.
Así como se recurre a una fotografía de rasgos veristas, en cuya granulación se advierte esta opción, la trama está sustentada por una ideología en la cual, de ningún modo, el cineasta es juez y parte, pero tampoco un simple y frío observador. Leigh presenta, por ejemplo, los distintos tratos ante una misma situación: la chica adinerada que es llevada a una clínica y atendida regularmente a pesar de que se la va a practicar también un aborto, en contraste con las jóvenes o señoras de otra condición social que utilizan los servicios de Vera como un verdadero auxilio para sus vidas.
Queda claro, asimismo, el cuestionamiento a un mundo de represión e ignorancia. Una sociedad hipócrita que basa sus leyes en sus propias carencias. Y observamos a una Vera Drake, finalmente procesada por la justicia, quien, convencida cual mártir cristiana, cree que ella solo está ayudando a la humanidad, evitando mayor sufrimiento. Esta postura, sin duda, será la que más impacto provocará en una polémica entre anti y pro abortistas.
Y es en este punto, también, que Leigh será cuestionado por el solo hecho de hacer una película donde a muchos no les quedará claro si él es un defensor del aborto o solo el hacedor de una historia que pone en cuestión un tema tan público como actual.
Leigh basa su discurso mostrando el ejercicio reprimido de una sexualidad que puede llegar a ser desaforada pero que, y esto es lo negativo, puede hallarse en las fronteras de la ignorancia o del aprovechamiento más inescrupuloso, al que representa, por ejemplo, la mujer que le encarga cada trabajo a la protagonista, aprovechándose de sus convicciones.
Con Vera Drake, su autor, que emula con éxito y recursos propios la fuerza y tensión bergmanianas, ofrece un retrato individual y colectivo, impecable en su realismo. El rostro de Imelda Staunton, ante la inminencia de su castigo en la corte, es de un sufrimiento e impotencia extremos, quizá comparable al del dolor de la progenitora de Madre e hijo, al de Ana Magnani en Bellísima o en Roma, ciudad abierta, e incluso recuerda al de la desesperada madre en la secuencia cumbre de las escaleras de Odessa en El acorazado Potemk

COPLAS del CARNAVAL DE CAJAMARCA 2015


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Jorge  Zavaleta  Alegre. Cambio Financiero - C16-Madrid
Los señores de las minas/
nos quieren cojudear/
Dicen que las truchas mueren/ 
que no saben nadar.
--
Acacau mi Cajamarca/ 
la jodió la minería/ 
porque aparte del mercurio/ 
trajeron la putería.
--
Compadrito Lucifer/
 chambita vas a tener/
enseñar a gobernar/ a Ollanta y su mujer.

Estas son algunas de las inspiraciones  que canta a la vida y a la muerte el pueblo de Cajamarca, especialmente en febrero,  mes de carnavales, y que expresan, sin censura, su entorno, sus relaciones humanas, como  un sentimiento colectivo.

Las coplas, algunas picantes y atrevidas, otras dedicadas al amor no correspondido, para el pueblo cajamarquino  no existe mejor manera de cantarle al sentimiento que en época de carnaval.


 “Son una metáfora al jolgorio”. Edmundo Murrugarra Florián, tres veces senador de la República, explica, por ejemplo,  que la putería,  en las ciudades mineras, donde el trabajo  es solo para los hombres (la mujer no ingresa a los socavones como tampoco sube a las lanchas de los pescadores), el comercio es muy dinámico, promueve la prostitución, en tanto  los capitales dirigidos a  la extracción de los recursos naturales,  a lo largo de la historia, solo han dejado  relámpagos de bienestar local, y si  mucho para  los herederos de Pizarro, que dieron muerte a Atahualpa, en el Cuarto del Rescate. 

Las coplas son  inspiraciones del pueblo,  comenta  Murrugarra, natural de Cajamarca - Contumazá, 1937, fundador del partido Vanguardia Revolucionaria (VR) en los sesenta, estrecho colaborador del extinto líder de la izquierda peruana Alfonso Barrantes Lingán, en los ochenta y ahora activo miembro del  Comité Malpica, presidido por  Ricardo Lets.

Al mismo tiempo que recita las coplas de su tierra, Murrugarra  recuerda que hace tres años, en  Ollanta Humala la izquierda peruana veía una nueva oportunidad para salir del  letargo en que se hundió veinte años atrás, en tanto Humala no se alejara del proyecto nacionalista. “El nacionalismo es el programa pertinente para estos tiempos. Significa, por ejemplo, economía nacional de mercado y educación intercultural”.

Murrugara considera que él  ya no está viviendo de ese pasado, estoy muriendo de eso. Esa izquierda vieja está muriendo y tiene que morir; tiene que refundarse el socialismo peruano.  

Es obvio que  la realidad en el 2015, es otra. El proyecto nacionalista ha sido  reemplazado  por un programa de la Confederación de Empresarios y una agresiva inversión de las reservas del Banco Central,  en cuestionados  mega proyectos gasíferos, petroleros y carreteras y vías transversales y longitudinales.


Volviendo al carnaval, existen diversas publicaciones. Por ejemplo, Lluvia Editores con ´300 Coplas por el Carnaval de Cajamarca´, selección de  Esteban Quiroz,  con versos acompañados de fotografías de Hermann Bouroncle: “Las coplas cajamarquinas son “una insinuación, una metáfora al jolgorio”, que acompañadas de agua, baile alrededor de “la unsha” o corta monte,  abundante chicha de jora de maíz y fiesta, forman  parte de una costumbre que identifica al pueblo cajamarquino, como los el Carnaval de Oruro para  Bolivia o el de Rio de Janeiro para Brasil.

El "Cilulo", "La Carolina", "Cumbe-Cumbe" y "La Matarina", son algunas de las composiciones tradicionales del carnaval de Cajamarca; además es tradicional bailar al rededor de «la unsha» - árbol adornado con regalos. El Rey Momo, es el personaje que preside la algarabía.   Muy  cerca,  de la ciudad de ciudad de Cajamarca  está Porcón, con un bosque de 10 mil hectáreas de pinos, de propiedad de una asociación cooperativista de campesinos, en su mayoría evangélicos -  luteranos, que no participan directamente de esta fiesta.

Ellos no cesan de trabajar para atender al creciente  turismo y abastecer a la región  con sus productos forestales, agrícolas y ganaderos, resultado  de una ingeniosa  creatividad local y el apoyo  de los mejores técnicos de la  centenaria Universidad Agraria de La Molina y la  cooperación para el desarrollo de Bélgica, con su experiencia en ingeniería forestal y  que este año celebra medio siglo de presencia en Cajamarca  habiendo contribuido  a que esta zona andina del Perú multiplique  sus extensiones de bosques.
         jorgez.1944@yahoo.es