Papel de Arbol

martes, 21 de octubre de 2014

EL PUEBLO EDUCADO ES LA BASE DEL DESARROLLO LOCAL Y GLOBAL

Francisco Carranza Romero.-
*La gran revolución es la educación, ella pone luz en la oscuridad, mueve los estratos sociales, y planifica el futuro de la humanidad.

Inicio este escrito con los recuerdos de mi vida estudiantil en la Universidad Nacional de Trujillo, entonces la única universidad en la tierra donde floreció la cultura mochica. Era el segundo lustro de la década sesenta del siglo XX. Salíamos a la calle para protestar por los derechos humanos pisoteados en Perú, Vietnam, Bolivia, Chile, etc. Ante la presencia de los uniformados, celosos guardianes del orden, gritábamos a voz en cuello: ¡Pueblo unido, jamás será vencido!. Los obreros, maestros y campesinos también repetían la misma consigna.



Ya pasaron varias décadas desde entonces, pero el pueblo sigue gritando igual mientras los políticos y los grupos del poder siguen engañando al “pueblo unido” pero mal preparado. Es que la frase “pueblo unido”, fuera del mensaje positivo de unidad y solidaridad, se ha convertido en “pueblo masa”, “pueblo rebaño”, pueblo manipulable con promesas y mentiras. La masa humana se mueve hacia donde le indican sus pasiones. Y los políticos mañosos saben que la masa no educada es manejable con imágenes, discursos repetitivos y regalitos. La democracia que ahora nos enorgullece es cuantitativa porque la masa no juzga la trayectoria intelectual y ética del candidato. Y a los grupos del poder tampoco les interesa la educación del pueblo. Cuanto más ignorante, más manipulable.

Yo siempre he desconfiado de la masa no preparada porque es el escondite de los cobardes, ignorantes y hasta criminales. Gritan, insultan y agreden amparados en el anonimato y la irresponsabilidad. Muchos de sus miembros son audaces cuando están arrebañados; solos son unas inocentes palomas. Si hacen algo es porque cumplen las órdenes, no cuestionan  ningún  mandato, ya que esa actitud  es propia de gente que piensa antes de obedecer ciegamente. Por eso a los dictadores les conviene un pueblo que sóolo obedezca las órdenes. Gente que piensa es peligrosa. 

Si realmente queremos cambiar nuestra sociedad, debemos crear un nuevo lema: “Pueblo preparado es base del desarrollo local y global”. Debemos promover un hogar donde los menores sean educados con valores morales, una sociedad que dé seguridad y apoyo al desarrollo espiritual, una escuela que no sólo instruya sino que eduque. Así tendremos un pueblo que sabrá valorar su cultura y sabrá respetar las opiniones de otros porque la humanidad no tiene un solo patrón cultural.

El pueblo debe ser educado para el diálogo, lo que implica saber escuchar antes de contestar porque nadie tiene el monopolio de la verdad. El diálogo no tiene el objetivo de convencer a otro con cualquier argumento. La creación verbal es para buscar el entendimiento, desarrollo y paz. Los verdaderos hermanos deben conocerse, tolerarse y ayudarse.

La gran revolución es la educación, ella pone luz en la oscuridad, mueve los estratos sociales, y planifica el futuro de la humanidad.

La historia nos demuestra que los gobiernos que invirtieron en la educación de los pueblos fueron los que pusieron las bases para el desarrollo nacional. Con este criterio no hablemos del Milagro del Río Rin (Alemania) y el Milagro del Río Han (Corea del Sur), esos países salieron de los destrozos de las guerras y miserias gracias a su pueblo educado. Y la educación no se improvisa, se planifica y continúa por décadas. Todos los gobiernos deben apoyar la educación del pueblo.

Y la educación no termina con la inversión en la capital del país, en las capitales de los departamentos, provincias y distritos. El proyecto educativo debe llegar a los caseríos más alejados porque en esos lugares también hay seres humanos que quieren educarse para participar en el desarrollo local y nacional.

Reitero: Un pueblo educado será la base del desarrollo local, nacional y mundial.