Papel de Arbol

domingo, 4 de mayo de 2014

De Pacaritambo a Río Bravo


Jorge Zavaleta Alegre
Los más lúcidos teóricos y  líderes  políticos de América Latina coinciden que  el desarrollo debe girar alrededor del bienestar de las personas, más que en el crecimiento económico. Es ineludible invertir en salud, educación y productividad de la gente para mejorar el desarrollo de los países. El problema de cómo aumentar la productividad de los países es en realidad un problema de desarrollo en sí mismo. Veamos, por ejemplo,  la realidad  rural y la explosiva migración interna de las dos  últimas  décadas del Perú  actual: 

 Pacaritambo es un lugar esencial en la historia de  América Latina. Este pequeño distrito cusqueño, en la provincia de Paruro, en el macizo de los Andes,  es la cuna  donde, según una leyenda, los ocho hermanos Ayar  fundaron  el Imperio de los Incas, por encargo de  su  Dios  Sol*.

En el siglo XXI,  ese referente  ha sido olvidado por la Arqueología  y el Estado, no obstante que la teoría y la praxis de la  descentralización económica aconsejan dar prioridad al desarrollo rural y local, para lograr  una población saludable y con educación de calidad.




















































































En Pacaritambo,  dos tercios de los dos mil quinientos habitantes, son de la tercera edad, y  el resto   niños y niñas. Los adolescentes y  jóvenes  dejan  sus hogares, huyendo de la pobreza, con la promesa de retornar en cuanto puedan.

Muy cerca de Pacaritambo  está  Wancaspata,   sede de una de las   ferias agropecuarias más concurridas, comparable  al juego de la oferta y demanda  de un Wall Street, en   la gran manzana neoyorkina.  Asistían  ganaderos del altiplano peruano-boliviano, para vender y comprar  vacunos y ovejas, inclusive animales menores y aves de corral.  Es un mercado especializado en las prácticas de engorde del ganado, con el uso de pastizales  naturales (ichu) y cultivados con los cursos de aguas que bajan  de las montañas.

Esas ferias siempre  catalizadores de la agricultura y la ganadería como fuentes de vida y  de relativa estabilidad social. Desde hace dos décadas estas ferias han distorsionado sus fines principales.  Actualmente ofrecen  productos, casi en su totalidad, de origen externo, que ingresan, sin control alguno,  por la frontera sur. El contrabando de prendas de vestir, alimentos envasados, licores, perfumes y cigarrillos, artefactos eléctricos ha quebrantado la economía del autoconsumo, la destreza en la producción de variada  artesanía con fibra de los camélidos americanos (alpaca y  vicuña), la orfebrería  de plata y  oro,  y sobre todo su  cultural tradicional, empezando por sus  festividades mágico religiosas.

LOS CONDORES Y LA DIASPORA
Una cruzada internacional. En “Paccarectambo”,  en el 2006 se inició un proyecto para  promover la  crianza del Cóndor, como una alternativa  para repoblar con esta especie tan valiosa en  la agricultura y la vida campesina. Se inició con la Cooperación de Italia y la Fundación D´arrigo,  prosiguió en la región de Apurímac y en el Cañón del Colca, en Arequipa, con escasos recursos de la Universidad San Antonio del Cusco. La  presencia multisectorial es esencial para  multiplicar iniciativas de turismo ambiental, investigación, como  concibieron sus gestores.  National Geographic,  Deutsche Welle, Cambio16, en solidaridad con los promotores, también  alentaron esta filosofía.

La Fundación D´arrigo, creó una escuela  en la colaboración entusiasta del alcalde distrital, pero las demás instituciones nunca le dieron el debido respaldo, como confirman los testimonios de sus moradores.
Días atrás, conocí a un joven de Pacaratimbo, conduciendo un taxi en el laberinto del Centro Histórico de  Lima. Saturnino Ernesto   Huillca   huyó de su casa a los  10 años de edad, porque no soportó el  caminar quince kilómetros diarios para ir a la escuela, teniendo que llevar  para comer solo un pequeño atado de papa o maíz.  La idea de dejar la tierra natral nació con las primeras clases del profesor de aula,  oriundo del puerto del Callao.

Saturnino, después de su partida nunca  más supo de sus familiares hasta quince años después. Protagonista de una infinidad de peripecias comunes a la masa de  adolescentes  anónimos  que trabajan en calles y plazas, empezó otra etapa  de su vida  en la ciudad   autogestionaria Villa  El Salvador.   Después se fue a la frontera con el Ecuador, se enroló al ejército,  pasó  a Colombia,  Panamá  y  desde la costa atlántica  terminó en México, luego en  Benito Juárez. Cruzó el torrentoso  río Bravo e ingresó a  El Paso Norteamericano, empleándose en los campos de cultivo como si fuera los mismos tiempos de las uvas de la ira, como lo señala  John Steinbeck, Nobel de Literatura 1962

Su  recorrido continuó por  las costas de California y Los Angeles y se embarca al Japón, como ayudante de cocina.  En ese país, no encontró formas de subsistir, el empleo es muy difícil, imposible.
Su aventura, incluye el proyecto de retornar al Perú.  El dinero que consigue lo invierte  en un  automóvil usado. Trabaja catorce horas al día. Conoce la capital peruana  de palmo a palmo. Su secreto es cobrar lo que le ofrece el pasajero. Ha cultivado el arte de conversar. La  franqueza de sus palabras transmiten una bondad infinita y confianza en el fugaz pasajero.

Hace medio año retornó a Pacaritambo. La memoria de su familia nunca se borró. Viajó a la casa de sus padres, llevando una camioneta para que su padre y su hermano menor puedan trasportar los animales domésticos y  cosechas de la chacra familiar a la feria  dominical más cercana.
El retorno a Pacaritambo, después de recorrer mares y cielos,  debió  colmar de alegría y también inmenso  dolor a sus padres. Su hermano menor siguió el mismo camino. No se sabe dónde se encuentra. Se especula que podría haberse ido a Madre de Dios para enrolarse en la extracción del oro,  de las orillas del Tambopata.

La verdad es que el vehículo, en Pacaritambo, de poco o nada servirá a la familia  Huillca, porque el mercado de la aldea está saturado con alimentos  industriales  procesados y  traídos de otros lugares.
La radio es un medio que podría ayudar a ubicar al hermano. Le  pido algunos datos. En medio del bullicio  de la calle,  agradece la sugerencia y la posibilidad de ayuda, pero cuando le solicito su correo, su silencio y respuesta le brota del fondo de su  ser: “No sé leer, no sé escribir”.   


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MITOS
Uno de los mitos más difundidos sobre el origen del Imperio de los Incas por Garcilaso de la Vega es el  de Manco Capac y Mama Ocllo, que salieron del Lago Titiica  y el de los hermanos Ayar, recogida por cronistas como Juan de Betanzanos, Pedro Cieza de León, Felipe Guaman Poma, Juan Santa Cruz Pachacuti y Pedro Sarmiento de Gamboa, según María Rostworowski.
El mito se inicia a seis leguas de Cusco, en el cerro Tampatoco, cerca de Pacarictambo, nombre quechua que significa “posada de la producción” o “posada del amanecer”.  Este cerro tenía tres cuevas o ventanas llamadas Maras Toco, Sutic Toco y Capac Toco, de las cuales,   como lo indica la tradición oral,  aparecieron de forma espontánea los grupos étnicos Maras, Tampus y Ayar.
Los hermanos Ayar eran ocho, cuatro hombre y cuatro mujeres, llamándose los primeros Ayar Uchu, Ayar Manco, Ayar Cachi y Ayar Auca. De estos el nombre de los tres primeros tiene relación con los alimentos comunes en la alimentación inca, pareciendo evocar un viejo culto a la tierra y sus frutos.
Ayar significa quinua silvestre, al parecer cañihua (chenopodium palladicaule aellen).  Uchu es ají (Capsicum anuum). Manco se asocia a un antiguo cereal en desuso (Bromus mango) y el de Cachi a la sal. Ayar Auca, guerreo o de la actividad guerrera. Las hermanas Ayar se llamaban Mama Ocllo, Mama Raua, Mama Ipacura y Mama Huaco, esta ultima, sería figura importante en la conquista del Cusco.
“Paccareqtambo”, hoy considerada como el Ayllu de los Tambo Tóqós, tambien se ubican es este territorio la tribu de los Chelkes que permanecieron inhabitables ante la arremetida de los Incas, Mikas y Mayumpampas.



LA SALUD MENTAL, 100 AÑOS DESPUES



Jorge Zavaleta Alegre

Es hora de pensar en la educación en términos de durabilidad, que nos pueda hacer pensar, o soñar, en un futuro. La ética profesional implica un conocimiento  transversal y multidisciplinario  y no islas o negocios rentables con  la salud mental y las enfermedades que diezman. Los médicos tratantes no comparten sus limitaciones con otras disciplinas por no perder el paciente. La dinámica de  un sector de los psiquitras es alarmante. Veamos porqué y como.

Mujeres desnudas, con vejez prematura, quemadas por el sol  y el frío, deambulan  por parques y  calles del Centro  Histórico de las principales ciudades del Perú, ante la indiferencia absoluta de transeúntes y de las autoridades tutelares.


Este drama ha adquirido dimensiones inauditas en América Latina. Décadas atrás, las instituciones locales recurrían a la represión policial para  ocultar, en sus días festivos,  a los mendigos y/o enfermos mentales, trasladándolos en camiones a la entrada de la ciudad vecina, mientras terminen los actos festivos.

Un caso estudiado y muy visible es Trujillo – ciudad fundada en homenaje al lugar de nacimiento de Francisco Pizarro, Trujillo de Extremadura. Los  operativos  punitivos no son una invención:
Cada 29 de diciembre,  aniversario de su independencia o durante  los festivales de primavera y de la  marinera, la prefectura aplicaba un  pacto con la subprefectura  de  Chimbote,  turbulento puerto que en los años sesenta vivió el boom de la pesca, mientras la población respiraba el fétido olor de la anchoveta extraída de  un mar limpio y convertida en harina para la exportación, siguiendo la misma historia del boom del guano y el salitre, del petróleo y del oro y la plata y la siembra de coca  destruyendo  la foresta amazónica.

LA  DEPRESION
En el siglo XXI la acción represiva ha cambiado  debido a la densa e imposible  migración de los “zorros” del ande y la multiplicación de enfermedades.  

La depresión es el trastorno mental que más afecta a la población  y una de las principales causas de discapacidad en el mundo. La depresión va más allá de una persona, porque incide al entorno familiar y comunitario y puede llevar al suicidio. Casi un millón de personas se quita la vida cada año en el mundo. En las Américas son alrededor de 63 mil. En el mundo la sufren más de 350 millones y recién el año pasado,  la OMS, con 110 años de creada, decidió abogar y reconocer esta enfermedad.  

No obstante esa perversa dimensión, los psiquiatras  más lúcidos han intentado aproximarse a las raíces del mal, pero, en ese fatídico devenir, un sector de estos profesionales, ha olvidado la naturaleza multidisciplinaria de  la salud para crear un monopolio infranqueable.

El marketing ha producido prósperos psiquiatras que atienden solo a pacientes y familiares de altos ingresos económicos, en lujosos consultorios, en zonas exclusivas. Estos “exitosos” empresarios o empresarias de la salud, se asocian algunas veces con la cirugía plástica  y oftalmología, especialidades que  suman clientela. Trabajan solo con citas previas e hilvanan vecindades con   respetables intelectuales  y diplomáticos,  y no dudan en ostentar una descendencia de los miembros más famosos de la inglesa Sociedad Fabiana.

Se calcula que en América Latina el presupuesto sanitario destinado a salud mental es inferior al 2% y de este, el 67% se gasta en hospitales psiquiátricos, y se pretende ignorar que toda depresión va a necesitar tratamiento medicamentoso.

Lima, en las dos primeras semanas de abril del 2014 ha sido sede de un foro ministerial sobre  Salud con representantes de sudamérica y de los  países árabes. Su Declaración,  en veinte acuerdos, señala: prevención, promoción y actuación sobre los determinantes sociales. Vigilancia y respuesta rápida de ayuda humanitaria. Mejoramiento de la calidad de los servicios. Formación de recursos humanos y que la salud aparezca en los objetivos del Milenio.

El  Perú ha dado cuenta que el próximo año del 2015 todo recién nacido estará afiliado a un seguro de salud y que el 73% de la población ya cuenta con un seguro de salud privado o público, pero no cabe duda con una atención muy cuestionable. Entre los países que desarrollan la Cobertura Universal de manera exitosa está Qatar, Emiratos Árabes, quienes incluyen dentro de la afiliación a la población migrante facilitando así una oportuna atención.

La OMS destaca que la principal causa de muerte siguen siendo las enfermedades cardiovasculares, que mataron desde el 2011 un total de casi 17 millones de personas.

El año 2011 en el Perú ocurrieron 92.7 muertes maternas por cada cien mil nacidos vivos: 19 mil personas por cáncer en 2013. El 95% de casos de este mal que se detecta a tiempo tiene cura, pero lo más importante es prevenir con alimentación sana y exámenes periódicos. Se requiere de la acción interdisciplinaria, según la Liga Contra el Cáncer con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los recursos humanos especializados en oncología y anatomía patológica se encuentran concentrados en Lima, Arequipa y La Libertad. Los servicios más lucrativos son los de Radioterapia y Trasplante de médula ósea.

LA GRAVEDAD DE LA SALUD MENTAL
La brecha de atención de la salud mental, en el Perú, llega al 85 % de personas que no accede al servicio; del presupuesto de salud, solo el 1,5% se invierte en salud mental.  El 22 % va a las redes de atención primaria y el restante es derivado a las instituciones psiquiátricas que no tienen la posibilidad de reducir la brecha de atención. 

Existe un órgano rector que hace poco más de un año instaló la dirección de salud mental a nivel nacional, pero no pasa de una decena de especialistas  asignados para atender la salud mental de todo el país.  

La salud mental no se encuentra en el espacio público. Existen iniciativas en el Congreso de la República. Se sabe que una de las principales causas de la demencia es el Alzheimer, representa el 70 % del total de las demencias.

Para no hablar solo de los  empresarios de la psiquiatría en Lima y las metrópolis latinoamericanas  nos vamos a la Región Apurímac, rica en minerales explotados por transnacionales suizos. Abancay, la capital,  comienza a ser  más visitada por turistas extranjeros y pronto estará más cerca de Machu Picchu y Choquequirao con el  moderno aeropuerto cusqueño de Chincheros

Esta urbe andina  según un estudio del 2010, el 81.4% de las personas  reconocieron haber tenido un problema mental en los últimos 12 meses, y que no recibió ningún tipo de atención en el sistema de salud (INSM-EESMA).

La salud mental y su vinculación con el desarrollo humano individual y colectivo, tiene una escasa relevancia en la agenda político-social regional o local.

En las comunidades están latentes problemas de salud mental: Baja valoración del vínculo familiar, inadecuadas pautas de crianza y violencia familiar, deterioro de principios y de la autoestima, marcado complejo de inferioridad.  Bajo deseo de superación de las personas. Falta de decisión ante el riesgo. Arraigado machismo. Tendencia al uso excesivo del alcohol y otras drogas. Carencia de identidad regional. Depresión y estrés. Pandillaje, Esquizofrenia.

Frente a estas situaciones las familias responden con indiferencia, abandono y ocultamiento, pocos acuden a los establecimientos de salud. Del mismo modo, como en otras partes de América Latina, observan déficit de profesionales e infraestructura en los servicios de salud, escaso involucramiento de los gobiernos regional y locales y escasa participación comunitaria. 

Todo esto sucede en el país, mientras entre Barranco - Miraflores, frente al mar limeño, algunos psiquiatras,  convocan a  ricos de dinero,  evaden a la  SUNAT,  frecuentan congresos  en el  Caribe donde las transnacionales afinan estrategias de  mercado. Los medicamentos para la salud mental, son una mina de oro, solo se comercializan por importadoras exclusivas y/o redes informales  infiltradas en  hospitales de la Solidaridad para captar   clientela de emprendedores que sueñan en el ”ascenso social”.  

Ojo. Peligro: A una paciente con más de quince años en  manos  de una psiquiatra - empresaria, jamás se le sugirió  una tomografía, una resonancia magnética. Su “entrañable” paciente  no falleció de depresión sino de  cáncer al  cerebro. La psiquiatra jamás dio una explicación o condolencias a sus familiares como  tampoco lo  hizo cuando las sobredosis recetadas a otra paciente, acabaron envenendándola. Asi funciona el mercado de la muerte.