Papel de Arbol

sábado, 9 de julio de 2011

306, la habitación de Facundo Cabral en el Quinta Real de La Perla Tapatía

Por José Luis Castillejos Ambrocio
N.E: Notable Periodista y Escritor mejicano, natural de Chiapas. Como representante de Notimex en Lima, nos dejó su amistad y enorme sensibilidad por América Latina.
F. Cabral, foto tomada hace dos días.
 Ciudad de México: El amor y la fe que tenía por la vida lo llevaba de Toronto a Quito, a la nieve en Chicago donde juega el niño que le enseña al hombre lo que se ha perdido, al fuego de Bolívar, al mar de las Antillas, a la mujer de Cali, a la magia de Bolivia.

Facundo Cabral, el Mensajero Mundial de la Paz de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) recordaba siempre las noches de Bahía, en Brasil y de Quetzaltenango, en Guatemala y la paz de Costa Rica.
Añoraba las olas de las Antillas, el páramo de Juan Rulfo, el Macondo de Gabriel García Márquez; Perú, la tierra de Chabuca Granda, la de la Flor de la Canela, deseaba Nueva York más que nadie, porque todo eso era la América de sus amores.
Sábado, 09 de julio de 2011
Pero fue en Guadalajara, Jalisco, donde el cantautor argentino reconoció que llevaba a México en las venas porque ese país fue su revelación y su renacimiento.
El corazón de ese México siempre fue Guadalajara, donde se dieron para su vida muchas circunstancias.
Su relación con Guadalajara era similar a la de Gardel con Buenos Aires. Con la tierra del mariachi estaba siempre de novios y le servía de fuente de inspiración y veía a los mariachis como unos personajes de novela, bien plantados con sus trajes de charro, sus guitarras, sus trompetas y violines.
Allí fue donde conoció a Juan José Arreola, un hombre apasionado y apasionante, a Juan Rulfo, que trabajaba en un departamento de Bellas Artes, que dirigía Juan Valencia y en el Hotel Quinta Real, Cabral tenía la habitación 306 que llevaba su nombre.
Fue en ese lugar, en el Quinta Real donde mi amiga Lupita Vargas, una bella tapatía tuvo el privilegio de recibirlo, de conocerlo. Ella lo define como un “tipazo” y reveló que en una ocasión cuando estaba muy triste, por la crisis de su divorcio, el argentino notó su estado de ánimo y le dijo: "Mujer, tu no viniste aquí para ser esposa, hija o exitosa; viniste a este mundo para ser feliz, es tu única obligación. Nacen muchos viven pocos".
Esas palabras quedaron grabadas en oro en el corazón de Lupita que este sábado se enteró de la triste noticia de que Facundo Cabral había sido asesinado en la ciudad de Guatemala.
Dolida Lupita Vargas al igual que su amiga Deyanira Urrutia Núñez cuentan que les impactó mucho la noticia, no solo por lo que les gustaban sus canciones y pensamiento, sino por su recuerdo.
“Estaba leyendo la noticia y mis ojos se llenaron de lagrimas gruesas y mi corazón se comprimió. Me dolió, me duele…”, relató Urrutia Núñez.
En una ocasión Facundo confesó que si al final de su vida pudiera elegir su última morada, probablemente sería Guadalajara.
"De hecho el hotel del mundo que más me gusta es este (el Quinta Real). Y es más que probable que si yo tengo alguna decisión al final, que todavía pueda decidir algo, yo paso mi última morada en este hotel. De hecho un cuarto, el 306, tiene una habitación con mi nombre".
"El dueño del hotel muy amable, hicimos un brindis y qué se yo. Yo no sabía y me llevaron y estaba la placa con mi nombre. No me había pasado nunca en el mundo, fue muy emocionante", recordó en una entrevista
"Yo no tengo un lugar con mi nombre en mi pueblo y no se cuánta gente desea que yo termine mi vida ahí, y yo se que aquí hay mucha gente", recalcó en esa ocasión el autor de "No soy de aquí, ni soy de allá" al desear que fuera en la Perla Tapatía donde pasara sus últimos años.
La vida y el tiempo, sin embargo, no le alcanzaron para concretar esa utopía ni volver a pisar nuevamente la nieva de su Argentina querida, de su tierra del fuego desde donde salió de las canteras de la pobreza para cantarle a la vida.
El sabía que la vida tenía que vivirla a plenitud y el mundo era pequeño para abrazarlo y amarlo inmensamente. Hoy Facundo recorre en el imaginario popular, todas las novelas, todas las canciones, todas las desdichas y todas las tristezas.
Fue víctima de la violencia esa que corroe las sociedades.
Tú también Facundo. Nos dejas!
joseluiscastillejos@gmail.com