Papel de Arbol

sábado, 16 de octubre de 2010

ENTREVISTA:ENRIQUE IGLESIAS POR UN ESTADO MAS VIGILANTE

Por: JORGE ZAVALETA ALEGRE
http://diariolaprimeraperu.com/online/entrevista/hace-falta-un-estado-vigilante_72270.html
http://www.facebook.com/profile.php?id=100000166882925#!/profile.php?id=1548435602
http://elmercuriodigital.es/content/view/30489/1/
Financieras multilarales no anunciaron la crisis
Para Enrique Iglesias, los fundamentalismos (neoliberales) de los 90 han terminado.  La crisis, según el entrevistado, fue enfrentada adecuadamente y dejó grandes enseñanzas, aunque las multilaterales no tuvieron mensajes previsiores. La educación es la prioridad, la inversión decisiva.
Desde EEUU hasta Europa de los 27, pasando por Asia, las proyecciones económicas oficiales son ponderadas, sin ocultar la complejidad y las posibles soluciones a la crisis que invade al planeta.
La Corporación Andina de Fomento señala que América latina tiene la peor distribución de ingresos del mundo, a pesar de que ha disminuido la pobreza y ha aumentado el acceso a los servicios de Educación y salud. En su informe 2009-2010, reitera que en la Región conviven áreas escasamente pobladas y con una participación muy pequeña en la riqueza total. Solo tres referencias: Buenos Aires en Argentina con 43% del PIB nacional y 41% de la población. Santiago en Chile 46% y 41%. En Perú, Lima 50% en la producción de bienes y servicios, y 30% en el total de habitantes.
Enrique V. Iglesias, quien vivió en Washington durante cuarenta años, y mantuvo estrecha vinculación con América latina, revela que la reciente crisis llegó por falta de control de los riesgos asumidos, y también por la codicia y la especulación, evidencias que dejan muy mal parado al capitalismo de este siglo, empezando con la quiebra de las éticas desde la partida de Adam Smith a la cabeza.
 Iglesias, secretario general de la Conferencia Iberoamericana con sede en Madrid, fue el expositor principal del reciente XIV Simposio “El Perú en escenario mundial: hacia la segunda década del Siglo XXI”, organizado por el Centro Peruano de Estudios Internacionales (CEPEI) y la Universidad del Pacífico, con auspicio de la CAF.
El representante iberoamericano sostuvo que “el fundamentalismo que imperó en los años 90 se terminó. La gente es consciente que debe tener el mercado y tener un Estado: lo mejor del mercado y un mejor Estado, vigilante junto a la mano invisible del mercado que supervise ese juego y ciertamente las políticas de compensación de los desamparados”.
Se ha llegado al momento en no se sabe cómo sacar las castañas del fuego y recurrir al Estado. Ahora que resido en Europa, veo la crisis de manera diferente, y eso queda para la reflexión de los futuros análisis”, expresa quien fue destacado canciller de Uruguay, directivo de la CEPAL y presidente del BID. Enrique Iglesias estuvo muy cerca de América latina en las décadas del 60, 70, 80 y 90, épocas diferentes a la actual y cuando las negociaciones con los países eran más difíciles. “Lo cierto es que esta crisis llegó como burbujas a las bolsas, a las materias primas y sobre todo a las viviendas. Se trata de una crisis muy profunda, quizá en algunos aspectos más que la de los años 30 con 30 millones de desocupados más, y con más de 20 a 30 trillones de dólares perdidos, según la OIT y el FMI. Es una realidad que cuestiona profundamente el paradigma de un mundo vigente de los últimos 20 a 30 años.
-¿Cuál es el futuro de la Región?
-Creo que todos los temas que involucran la capacidad en América latina y su proyección al futuro están dependiendo de muchas cosas. Es muy importante avanzar en una Reforma del Estado.
-¿Qué Estado necesitamos para insertar a América latina?
-En este mundo inestable y de incertidumbre creciente, tenemos, internamente, que emprender las reformas para modernizar el Estado y ponerlo al servicio de los grandes objetivos y sociales. Es el tema central.
-¿Y qué Estado imagina usted con su larga experiencia?
-Primero, cabe precisar que la Reforma del Estado es un hecho político, no meramente tecnocrático. Implica llegar a consensos políticos dentro de los países y yo diría que el eje central de esa Reforma es el servicio civil. Un Estado con un Servicio Civil que siga las reglas de la meritocracia, bien remunerado, que constituya un punto muy importante para la ciudadanía con respecto a su futuro económico y social. La gran Reforma del Estado significa un Servicio civil eficiente, que enfrente a las grandes reformas que tenemos por delante.
-¿Y la trascendencia de la Educación?
-Es el tema central en todo este proceso de reformas. Venimos de un importante Congreso Iberoamericano de Educación en Buenos Aires y considero que existe conciencia, como nunca, sobre la Educación como la base de cualquier proyecto social de América latina. Los países del tercer mundo dependen de una Educación de calidad.
-¿Qué hacer con la corrupción?
-Es un tema delicado, que no es solo problema de los países subdesarrollados sino que va relativizándose, fundamentalmente con la democracia, sistema que tiene instrumentos para abordar la dimensión de la corrupción, mediante el cimiento de la Justicia, el mantenimiento de la prensa para que esta llegue a la conciencia crítica. Y alrededor de esto, hay que construir una política activa, sobre todo, dar el ejemplo desde arriba. Realmente los Estados eficientes y responsables son los mejores ejemplos para la sociedad.
Imprevisibilidad
Lo que más se cuestiona de la presente crisis es la imprevisibilidad, reiteró Iglesias al concurrido auditorio. “Uno se pregunta sobre las visiones apocalípticas que circularon antes, pero ni la academia ni los organismos internacionales anticiparon la magnitud de la crisis”
-¿Por qué fallaron los fenómenos económicos, los modelos de riesgo?
-En el fondo todo eso queda como un cuestionamiento al paradigma más convencional y también a los problemas que ocurren hoy que, como dice el Evangelio, en el principio era el Verbo, aquí el principio eran las finanzas y las crisis siempre se proyectan por el mundo financiero.
Estima que la crisis se explica por los riesgos desmesurados y que estuvieron amparados por una filosofía que la viví de cerca en Washington y en el BID, cuando hay que sacar las castañas del fuego y recurrir al Estado.
Todo eso queda para la reflexión y ciertamente serán parte en los espacios de los futuros análisis. Pero lo cierto, agrega, es que esa crisis llegó como burbujas a las bolsas, a las materias primas y sobre todo a las burbujas de la vivienda, y de alguna forma dejamos atrás un período muy negro de la historia del mundo.
Lo que se rescata es la reacción del mundo, fundamentalmente la acción de los gobiernos, de las tesorerías, de los bancos centrales y regionales, invirtiendo donde deberían invertir, los bancos con puertas abiertas al crédito y un cambio muy importante en los organismos internacionales. Esta crisis con los fondos de los años 90 hubiera sido otra cosa.
Veo que ha habido reacciones de bolsa, también de las inversiones, un cambio en los consumidores y hay indicios de un proceso de recuperación, pero una economía con un crecimiento muy modesto en el 2010 e inclusive el 2011.
Peligrosa dualidad
Le preocupa la diferencia de enfoque de los países desarrollados. Mientras que en Europa está naciendo el interés de la consolidación, en EEUU se trata de mantener los subsidios. Esa dualidad es peligrosa, porque nunca fue así en el pasado.
“Que el mundo tenga esas dos visiones nos debe llamar la atención, porque es el mundo desarrollado el que está involucrado. Los sectores que podrían aceptar por una salida sólida no están presentes y persiste la desconfianza del consumidor norteamericano y europeo, y que lo digan los chinos.”
“En esta coyuntura los inversionistas se ven obligados a recomponer sus balances. El sistema financiero tiene que volver a establecer niveles entre su capital y la cantidad de crédito. Hace falta la savia, que significa el crédito, para alimentar el crecimiento de la economía. Pareciera que la crisis tiene posibilidades de desaparecer, pero todavía se habla de la profundización de la recesión y la eventualidad de una deflación.”
Para Iglesias, lo más grave es que el crecimiento va a ser muy moderado. Siempre va a ser limitante para resolver 30 millones de desempleados. Subieron 400 mil desempleados. Es un hecho muy importante que los 118 millones de parados, que refieren el FMI y BM, en la década del 30 fue la época de la gran desocupación y que llevó a una guerra. Debemos ser conscientes que hoy es mayor la capacidad de respuesta y reacción de los gobiernos.
Los cambios que se vienen
Para Enrique Iglesias, el futuro va implicar 3 grandes cambios: Una relación internacional. Una nueva economía. Una nueva sociedad.
El primer cambio, según Iglesias, es el tránsito del mundo bipolar al mundo multipolar, cuyo ingreso de los países emergentes hace pensar que estos han adquirido conciencia en su poder económico, y tiene que tomarse muy en cuenta de manera informal y consciente.
Recordó la referencia del canciller peruano, José Antonio García Belaunde, que en las próximas décadas se va a producir la transferencia de poder más grande de la historia de la humanidad, que es el pasaje de un mundo occidental al mundo oriental.
Sin embargo, otros investigadores del CEPEI, como Hugo Palma (Presidente), Bruno Seminario, Carlos Amat de León y Fernando González Vigil, sostienen que el liderazgo chino podría darse dentro de los próximos 30 ó 40 años, porque el PBI de EEUU y Europa representa hoy el 55 % del total mundial y China el 8%.
Iglesias, considera que ”no sabemos todavía cómo se va a administrar la crisis. Hay visiones distintas. No es lo mismo trasladar el poder de Inglaterra a los EEUU, como se hizo al principio de la anterior crisis. Esta gran transferencia del poder económico mundial va a tener repercusiones en el poder político mundial, en el poder militar. No creo que se trate de salirse de la esfera del gran mercado. No”
El segundo cambio es la creciente relevancia de los fenómenos globales. “Siempre los ha habido, pero nunca tan fuerte con los temas del cLima, el terrorismo, las grandes migraciones internacionales, las enfermedades. Hay cosas que nos afecta a todos y se extiende de una manera vertiginosa y le dan al mundo una impronta muy especial”
Debilidad de las multilaterales
Existe preocupación por cuestionar los temas multilaterales, cuyas grandes debilidades van a continuar. Vamos a nueva economía: con trascendencia del conocimiento, técnicas de la información, con el gran privilegio de la comunicación en todos los terrenos. La lucha por la integración creadora es realmente un gran desafío, con un mundo más competitivo, quizá de lo que nunca hemos tenido.
La nueva sociedad, como tercer gran cambio, está marcada, de hecho, por el avance la clase media, con nuevas demandas: Educación, participación, democracia destinada a enfrentar nuevos valores del consumismo. “Somos la sociedad del shopping center, que nos transforma la vida, los gustos, las aspiraciones, las angustias, que empieza por los niños y termina con los mayores. Creo que la nueva sociedad va a enfrentar nuevas situaciones políticas de democracia y movimientos importantes por esos motivos”, concluye.
Jorge Zavaleta Alegre
La Primera de Lima 16-10-2010

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